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Éxodo 3:12 - Biblia Lenguaje Básico

12 Dios le dijo: —¡Moisés, yo estaré contigo en todo momento! Y para que sepas que yo soy quien te envía, voy a darte una señal: después de que hayas sacado a los israelitas, todos vosotros me adoraréis en este mismo lugar.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Dios contestó: —Yo estaré contigo. Y esta es la señal para ti de que yo soy quien te envía: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, adorarán a Dios en este mismo monte.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Dios respondió: 'Yo estoy contigo, y ésta será para ti la señal de que yo te he enviado: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, ustedes vendrán a este cerro y me darán culto aquí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Él dijo: Porque Yo estaré contigo, y ésta será la señal de que te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a ’Elohim sobre este monte.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Le respondió: 'Yo estaré contigo; y ésta será la señal de que yo te he enviado: cuando tú hayas sacado al pueblo fuera de Egipto, rendiréis culto a Dios en esta montaña'.

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Éxodo 3:12
43 Referans Kwoze  

Después de esto, Dios se le apareció a Abrán en una visión y le dijo: —Abrán, no tengas miedo. Yo soy quien te protege. Voy a premiarte generosamente.


Abrán le respondió: —¡Dios y Señor mío! ¿Cómo puedo estar seguro de que voy a poseer esa tierra?


Entonces Dios le dijo: —Vuelve a la tierra de tus padres, donde vive tu familia. Yo te ayudaré en todo.


Después Isaías continuó diciendo a Ezequías: —Voy a darte una señal de que todo esto sucederá: Este año y el próximo, lo único que el pueblo comerá será el trigo que crece por sí solo. Pero en el tercer año ya podrán sembrar y cosechar, plantar viñedos y comer las uvas.


En aquellos tiempos, el jefe de estos guardianes había sido Finés, hijo de Eleazar, al que Dios siempre ayudaba.


Dame una prueba de que sigues siendo bueno conmigo. Así quedarán en ridículo mis enemigos al ver que tú me das ayuda y consuelo.


Jetró se enteró también de que Moisés había acampado en el desierto, junto al monte de Dios; así que tomando a la mujer y a los dos hijos de Moisés decidió ir a su encuentro.


Moisés cuidaba las ovejas de su suegro Jetró, que era sacerdote de Madián. Un día, Moisés llevó las ovejas por el desierto y llegó hasta el monte de Dios que se llama Horeb.


Moisés respondió: —Está bien, pero si voy y les digo a los israelitas: «Nuestro Dios me envía a vosotros para libertaros», sin duda van a preguntarme: «A ver, dinos cómo se llama». Y entonces, ¿qué les voy a responder?


Dios le contestó: —Yo mismo voy a acompañarte y te guiaré al lugar donde encontrarás descanso.


Anda, vete a Egipto, que yo te ayudaré a que hables bien y te enseñaré lo que debes decir.


Tú dile a Aarón todo lo que te he mandado decir, para que él se lo cuente al pueblo en tu nombre. De ese modo, Aarón hablará en tu nombre y dirá lo que tú tienes que decir. Yo os ayudaré a decir lo que conviene y os mostraré lo que debéis hacer.


Después Isaías continuó diciendo a Ezequías: —Voy a darte una señal de que todo esto sucederá: Este año y el próximo, lo único que el pueblo comerá será el trigo que crece por sí solo. Pero en el tercer año ya podrán sembrar y cosechar, plantar viñedos y comer las uvas.


Por tanto, no tengáis miedo, pues yo soy vuestro Dios y estoy a vuestro lado. Mi mano victoriosa os dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre os dará su apoyo.


Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás a través del fuego y no te quemarás


Dios mismo os va a dar una señal: La joven está embarazada, y pronto tendrá un hijo, al que pondrá por nombre Emmanuel, es decir, «Dios con nosotros».


Entonces Moisés dijo: —Ahora podréis comprobar que yo solo sigo órdenes de Dios y no actúo por mi propia cuenta.


Dios es el rey de Israel y como tal ellos lo aclaman. Dios vive en medio de su pueblo y no les desea ningún mal ni quiere causarles ningún daño.


Enseñadles a cumplir todo lo que yo os he enseñado. Y sabed que estaré siempre con vosotros, hasta el fin del mundo.


Y los discípulos salieron a anunciar por todas partes la buena noticia del reino. El Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas, demostrando así que los discípulos predicaban el mensaje verdadero. Amén.


Y como el Señor estaba con ellos, aumentó mucho el número de los que creyeron en Jesús.


Pero yo castigaré a los habitantes de ese país de manera que tus descendientes saldrán libres y me adorarán en este lugar».


Solo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros.


A Josué, Dios le dijo: —Tú, Josué, tienes que ser fuerte y valiente. Yo te ayudaré en todo, y tú harás que este pueblo conquiste la tierra que les he prometido.


No viváis preocupados por tener más dinero. Estad contentos con lo que tenéis, porque Dios ha dicho en la Escritura: «Nunca te abandonaré».


Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, de la misma manera que ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré.


El ángel de Dios se le apareció a Gedeón y le dijo: —Dios está contigo, guerrero fuerte y valeroso.


Dios le contestó: —Podrás hacerlo porque yo estaré contigo para ayudarte. Derrotarás a los madianitas como si se tratara de un solo hombre.


Entonces Gedeón se dirigió al ángel y le dijo: —Si cuento con la aprobación de Dios, dame una señal de que realmente es él quien me ha hablado.


Entonces el ángel, con la punta del bastón que tenía en la mano, tocó la carne y los panes sin levadura. Enseguida salió fuego de la piedra y quemó toda la carne y los panes. Luego el ángel de Dios desapareció.


Cuando oigas lo que están diciendo, perderás el miedo. Gedeón se fue con su criado a los puestos de vigilancia del ejército enemigo.


Pero si nos dicen que vayamos adonde ellos están, esa será la señal de que Dios nos ayudará a derrotarlos.


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