Salomón también mandó hacer todos los demás utensilios que había en el Templo de Dios. Los de oro puro eran: el altar, la mesa donde se colocaban los panes ofrecidos a Dios, los diez candelabros que había delante del Lugar Santísimo —cinco a la derecha y cinco a la izquierda— junto con sus adornos florales, sus lámparas y sus tenacillas, las copas, las tijeras para cortar mechas, las vasijas, las cucharillas, los incensarios, las bisagras de las puertas del Lugar Santísimo y las bisagras de la puerta de la entrada principal del Templo.