16 Durante la cosecha celebrarás dos fiestas. La primera será cuando recojas los primeros frutos de tus siembras, y la segunda será cuando termines de cosechar todo lo que hayas sembrado, es decir, al terminar el año.
16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo.
16 »En segundo lugar, celebra el Festival de la Cosecha cuando me traigas los primeros frutos de tus cosechas. »Por último, celebra el Festival de la Cosecha Final cuando termine la temporada de la cosecha, una vez que hayas cosechado todos los cultivos de tus campos.
16 Luego la fiesta de la siega de los primeros frutos de tus trabajos, de todo aquello que hayas sembrado en el campo.
Luego la fiesta de la recolección a fin de año, cuando recoges todos los frutos del campo.
16 También observarás° la fiesta solemne de la Siega de los primeros frutos de tus labores,° de aquello que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta solemne de la Cosecha al final del año, cuando hayas cosechado el producto de tus labores del campo.°
16 También guardarás la fiesta de la siega, de las primicias de tus trabajos, de lo que has sembrado en tus campos. Igualmente, la fiesta de la recolección al fin del año, cuando hayas recogido del campo el fruto de tus trabajos.
También celebraron la fiesta de las Enramadas de acuerdo con lo que ordenaba la ley, y ofrecieron diariamente la cantidad de sacrificios que correspondía. También ofrecieron las ofrendas acostumbradas en la fiesta de la luna nueva y en todas las demás fiestas dedicadas a Dios. Además presentaban a Dios ofrendas voluntarias.
El primer día del séptimo mes nadie en Israel trabajará, sino que os reuniréis en asamblea para adorarme. En ese día tocaréis las trompetas y, además de las ofrendas diarias y mensuales, me ofreceréis un toro en sacrificio, quemándolos por completo, un carnero y siete corderos de un año, sin defecto alguno. Con el toro me presentaréis seis kilos de la mejor harina amasada con aceite; con el carnero ofreceréis cuatro kilos, y con cada cordero dos kilos. También me ofreceréis en sacrificio un chivo para que yo os perdone vuestros pecados. Esto será un sacrificio como ofrenda de aroma agradable para mí.
El último día de la fiesta de las Enramadas era el más importante. Ese día, Jesús se puso en pie y proclamó con voz potente: —El que tenga sed, que venga a mí y beba.
deberéis entregar a Dios los primeros frutos de todo lo que hayáis sembrado. Los pondréis en una cesta y los llevaréis al lugar que Dios ha escogido para habitar en él.