Éxodo 22:7 - Biblia Lenguaje Básico7 Si el ladrón huye, la persona que guardaba lo que fue robado, deberá presentarse ante Dios para declarar que no se ha quedado con nada que no fuera suyo. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19607 Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente7 »Supongamos que alguien entrega dinero o bienes a un vecino para que se los guarde en un lugar seguro, y al vecino se los roban de su casa. Si se atrapa al ladrón, la compensación consistirá en el doble del valor de lo robado. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)7 Si no es hallado el ladrón, el dueño de la casa será presentado ante los jueces y jurará no haber echado mano de las cosas de su prójimo ni haber tenido parte en el robo. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion7 Cuando un hombre dé a su prójimo plata u objetos a guardar, y sean hurtadas de la casa de aquel hombre, si se halla al ladrón, restituirá el doble. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19757 Si no es descubierto, el depositario se presentará ante Dios y jurará que no ha puesto su mano sobre los bienes de su prójimo. Gade chapit la |
que diera las siguientes instrucciones a los sacerdotes: —Las ofrendas que se presentan para ser quemadas en mi honor deben quedarse toda la noche sobre el fuego del altar, hasta quemarse completamente. El sacerdote se pondrá su túnica y su ropa interior de lino, y luego de recoger las cenizas de la ofrenda quemada las depositará a un lado del altar. A continuación se cambiará de ropa y llevará las cenizas a un lugar especial fuera del campamento. Todas las mañanas, el sacerdote echará más leña al fuego, y sobre el fuego pondrá el animal que vaya a ser quemado en mi honor, junto con la grasa de los animales ofrecidos para pedirme salud y bienestar. El fuego del altar debe estar siempre encendido. Se trata de un fuego que nunca debe apagarse.
Entonces Jesús le dijo a Judas: —¡Déjala tranquila! Ella estaba guardando ese perfume para el día de mi entierro. En cuanto a los pobres, siempre los tendréis cerca de vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. En realidad, a Judas no le importaban los pobres; dijo eso porque era un ladrón y, como él era el encargado de cuidar el dinero de Jesús y de los discípulos, a veces se quedaba con parte de ese dinero.