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Éxodo 20:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 No te arrodillarás ante ellos ni harás cultos en su honor. Yo soy el Dios de Israel y soy un Dios celoso. Yo castigo a los hijos, nietos y bisnietos de quienes me odian,

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 No te postres ante esos dioses, ni les sirvas, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso. Yo pido cuentas a hijos, nietos y biznietos por la maldad de sus padres que no me quisieron.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 No te postrarás ante ellos ni los servirás,° porque Yo soy YHVH tu Dios, Dios Celoso,° que visita la iniquidad de padres sobre hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que lo aborrecen,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian,

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Éxodo 20:5
65 Referans Kwoze  

Durante el reinado de David hubo un hambre durante tres años. David preguntó a Dios por qué los trataba tan mal, y Dios le respondió: —La culpa es de Saúl y de su familia, pues él mató a muchos gabaonitas.


Pues bien, entréganos ahora a siete de sus familiares a los que daremos muerte en presencia de Dios, en Guibeá de Saúl, el elegido de Dios. El rey David se comprometió a entregarles a siete familiares de Saúl.


Él contestó: —Estoy deseando defender tu nombre, pues tú eres el Dios todopoderoso. El pueblo de Israel ha abandonado el pacto que tiene contigo, ha destruido tus altares y ha matado a tus profetas. Solo yo estoy vivo, pero me están buscando para matarme.


Dios había hecho un pacto con ellos y les había ordenado: —No deis culto a otros dioses, ni os inclinéis delante de ellos; no los alabéis ni les ofrezcáis sacrificios. Yo soy el Dios verdadero; dadme culto y ofrecedme sacrificios solo a mí, pues yo os saqué de Egipto mostrando mi gran poder. También debéis obedecer todos los mandamientos que os di por escrito. No olvidéis el pacto que hice con vosotros, ni deis culto a otros dioses. Yo os libraré del poder de vuestros enemigos.


Daban culto a Dios, pero al mismo tiempo daban culto a otros dioses. Y los que nacieron después han seguido haciendo lo mismo hasta el momento presente.


Sin embargo, Dios seguía enfadado contra Judá a causa de los pecados con que Manasés lo había ofendido.


Solo espero que Dios me perdone, cuando mi señor, el rey de Siria vaya al templo de Rimón, y yo tenga que acompañarlo. El rey se apoyará sobre mi brazo y yo tendré que arrodillarme juntamente con él para adorar a su dios. ¡Que Dios me perdone por ello!


Pero como tú has aceptado el regalo de Naamán, su lepra se te pasará a ti y a tu familia para siempre. Cuando Guejazí se separó de Eliseo, ya estaba enfermo de lepra. Su piel quedó blanca como la nieve.


Después de derrotar a los de Edom, Amasías regresó a Jerusalén, llevando consigo varias imágenes de dioses falsos a los que comenzó a dar culto y a quemar incienso en su honor.


Pero si tus descendientes no me obedecen, sino que sirven y adoran a otros dioses,


¡No me vengáis con que Dios castiga únicamente a sus hijos! ¿Por qué no castiga a los malvados para que así aprendan la lección?


Nadie ayuda a sus hijos; nadie los ayuda ni los defiende; en los tribunales del pueblo nadie les hace justicia.


No te olvides, Dios mío, de la maldad de su padre ni del pecado de su madre;


Dios se puso muy furioso y rechazó del todo a Israel; se sintió traicionado por los israelitas, pues adoraron a dioses falsos y les construyeron santuarios.


No nos tengas en cuenta los pecados del pasado; ¡muéstranos tu amor y ven pronto a nuestro encuentro, pues grande es nuestra miseria!


¡En muy poco tiempo derrotaría yo a sus enemigos y los aplastaría con mi poder!


No debes adorar a los dioses de esos pueblos. Al contrario, debes destruir sus ídolos y sus altares.


No adoréis a ningún otro dios, porque soy un Dios muy celoso.


pero los que me ofenden ponen su vida en peligro; odiarme es amar la muerte».


Luego se llevan unas ramas de esos árboles para hacer fuego y calentarse, o para cocer el pan. Pero también con la madera de esos árboles fabrican estatuas de dioses ante las que se arrodillan y las adoran.


Les falta inteligencia para entender y poder decir: «Si la mitad de la madera la hemos usado para hacer el fuego, para asar la carne y cocer el pan, ¿vamos a hacer con el resto un ídolo para adorar lo que es un simple trozo de madera?».


Por eso os voy a llevar a juicio a vosotros y a vuestros descendientes. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Demuestras tu gran amor a miles de personas, pero también castigas a los hijos por el pecado de sus padres. ¡Tú eres grande y poderoso! ¡Por eso te llaman Dios del universo!


Tal vez me preguntaréis: «¿Y por qué no es castigado el hijo por los pecados del padre?». Y yo os contesto: «Porque el hijo ha llevado una vida recta y honrada, y ha obedecido todos mis mandamientos. Ese hijo merece vivir.


—Los israelitas repetís a todas horas ese refrán que dice: «Los padres la hacen, y los hijos la pagan».


A todos ellos les ordené que se apartaran de los falsos dioses que tanto querían, y que no tuvieran nada que ver con los ídolos egipcios, porque el Dios de Israel soy yo.


Pero ahora esto es lo que os digo yo que soy vuestro Dios: Voy a cambiar vuestra suerte, descendientes de Jacob, voy a tener compasión del pueblo de Israel y voy a procurar que todos honren mi nombre.


Esa figura extendió lo que parecía ser una mano y me agarró por el pelo. Entonces una fuerza dentro de mí me levantó por los aires y me llevó a Jerusalén; una vez allí, me dejó a la entrada de la puerta interior, que da al norte. Allí habían colocado el ídolo que provoca la ira de Dios, pero allí también estaba la gloria del Dios de Israel, tal y como antes lo había visto en el valle.


yo mismo castigaré a esa persona junto con su familia, y la eliminaré de Israel. Y no solo a ella, sino a todos los que hagan lo mismo y adoren al dios Moloc.


No os fabriquéis ninguna clase de ídolos ni hagáis estatuas o esculturas de ningún dios para postraros ante ellos, porque yo soy vuestro Dios.


¡Hasta llegaréis a comeros a vuestros propios hijos e hijas!


Nuestro Dios pide que le seamos fieles. Cuando se enoja, toma venganza de sus enemigos y de sus contrarios.


que tienes mucho amor y paciencia, y que por eso perdonas al que se rebela y hace el mal. Tú has dicho que castigas a los hijos, a los nietos y a los bisnietos, por los pecados de sus padres.


Como me habéis sido infieles, vuestros hijos andarán por el desierto cuidando ovejas durante cuarenta años; tendrán que esperar hasta que todos vosotros hayáis muerto en el desierto.


—Finés, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, ha actuado entre los israelitas como lo hubiera hecho yo mismo. Ha salido en mi defensa y así ha logrado calmar mi furia evitando que yo los aniquilara.


El diablo le dijo: —Todos estos países serán tuyos, si te arrodillas delante de mí y me adoras.


Si los que se interesan solo por las cosas de este mundo os odian, recordad que primero me odiaron a mí.


La gente de este mundo no os odia a vosotros; pero a mí sí me odia porque le digo que su conducta es mala.


Los discípulos preguntaron a Jesús: —Maestro, ¿quién tiene la culpa de que este hombre haya nacido ciego? ¿Fue por algo malo que hizo él mismo, o por algo malo que hicieron sus padres?


Hablan mal de los demás, odian a Dios, son insolentes y orgullosos, y se creen muy importantes. Siempre están inventando nuevas maneras de hacer el mal y no obedecen a sus padres.


Los que no controlan sus malos deseos solo piensan en hacer lo malo. Son enemigos de Dios, porque no quieren ni pueden comportarse según la ley de Dios.


¿O es que queréis provocar la ira de Dios? Pues debéis saber que no somos más fuertes que Dios.


Os habéis inventado un dios falso para provocar mis celos; pues bien, ahora seré yo quien provoque vuestros celos; os cambiaré por otro pueblo de gente insensata que ni siquiera son un pueblo.


que voy a afilar mi espada, para vengarme de mis enemigos. ¡Voy a dar su merecido a esa gente que me odia!


pues Dios es muy celoso y, en castigo, podría destruiros con fuego.


pero trato con bondad a todos los descendientes de los que me aman y cumplen mis mandamientos.


No te arrodilles ante ellos ni celebres cultos en su honor, porque yo soy el Dios de Israel, y soy un Dios celoso que castigo a los hijos, nietos y bisnietos de quienes me odian,


Nuestro Dios es el Dios de Israel, y siempre os acompañará. Pero no tratéis de ponerlo a prueba, como lo hicisteis en Masá. Nuestro Dios es un Dios celoso y, si adoráis a otros dioses, se enfadará tanto que os destruirá.


pero no tarda en destruir a quienes lo desprecian.


¡Sois gente pecadora! ¿Acaso no sabéis que hacerse amigo del mundo es volverse enemigo de Dios? ¡Pues así es! Si queréis ser amigos del mundo, os volvéis enemigos de Dios.


Así pues, no os mezcléis con la gente de aquí, que todavía vive entre vosotros. No deis culto ni obedezcáis a sus dioses. No juréis por esos dioses y ni siquiera mencionéis sus nombres.


Josué les dijo: —No es fácil estar siempre al servicio de nuestro Dios porque es un Dios que no acepta rivales y no tolerará vuestros pecados y rebeldías.


Pero al morir el jefe, los israelitas volvían a pecar. Su comportamiento era peor que el de sus padres, pues servían y adoraban a otros dioses, y tercamente se negaban a cambiar de actitud.


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