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Éxodo 20:12 - Biblia Lenguaje Básico

12 Trata con respeto y honor a tu padre y a tu madre. Así podrás vivir muchos años en el país que yo, tu Dios, te voy a dar.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 »Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Respeta a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que Yavé, tu Dios, te da.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Honra a tu padre y a tu madre,° para que tus días se alarguen en la tierra que YHVH tu Dios te da.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.

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Éxodo 20:12
42 Referans Kwoze  

José retiró a sus hijos de las rodillas de su padre y se inclinó ante él tocando el suelo con la frente.


Los hijos de Jacob llevaron el cuerpo de su padre a la tierra de Canaán y lo enterraron en la cueva de Macpelá, la que Abrahán le había comprado a Efrón el hitita para usarla como tumba. La cueva y el campo están cerca de Mamré. Así cumplieron con los últimos deseos de su padre.


Así que Betsabé fue a hablar con el rey Salomón. El rey se levantó para recibir a su madre y, en señal de respeto, se inclinó delante de ella. Después se sentó en su trono y mandó que trajeran un sillón para Betsabé. Ella se sentó a la derecha de Salomón,


Eliseo lo vio y gritó: —¡Padre mío! ¡Padre mío! Has sido más valioso para Israel que un poderoso ejército. Después de esto no volvió a ver a Elías. Entonces Eliseo tomó su ropa y la rompió en dos para mostrar su tristeza.


Quien golpee a su padre o a su madre, deberá morir.


Quien insulte a su padre o a su madre, deberá morir.


El que es necio no acepta que su padre lo corrija, pero el que es sabio acepta la corrección.


El orgullo de los hijos, son sus padres; la gloria de los ancianos, son sus nietos.


El que maldice a sus padres morirá antes de tiempo.


Es cómplice de gente malvada quien roba a sus padres y encima dice que no es pecado.


Por un lado, te da larga vida; por el otro, buena fama y riquezas.


Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre.


Al que se burla de su padre y desprecia a su madre, los cuervos le sacarán los ojos y será devorado por los buitres.


Yo seguí las indicaciones de Dios y fui a hablar con los recabitas a quienes dije: —El Dios todopoderoso me manda a que os diga lo siguiente: Vosotros siempre habéis hecho caso a vuestro antepasado Jonadab. Habéis seguido al pie de la letra todas sus instrucciones.


Tus habitantes no respetan ni a su padre ni a su madre, oprimen a las viudas y a los huérfanos, y maltratan a los extranjeros y emigrantes.


Respetad a vuestra madre y a vuestro padre, y respetad también el día de descanso. Yo soy vuestro Dios.


Cuando estéis ante un anciano o alguien mayor de edad, mostradle respeto y poneos de pie.


Esto es, sacerdotes, lo que os dice el Dios todopoderoso: Los hijos respetan a sus padres, y los esclavos respetan a sus amos. ¡Pues yo soy vuestro Padre y vuestro Amo y, sin embargo, vosotros, sacerdotes, no me respetáis! ¡Me tratáis como si no valiera nada! Es más, despreciáis mi nombre y os atrevéis a preguntarme: ¿En qué te hemos ofendido o faltado al respeto? Y yo, el Dios todopoderoso, os respondo: Me ofendéis cuando despreciáis mi altar, cuando me presentáis como ofrenda animales impuros, que no valen nada porque están ciegos, cojos y enfermos. ¿No creéis que eso está mal? Si esos mismos animales se los ofrecierais a vuestro gobernador, se ofendería y no los aceptaría.


honra a tu padre y a tu madre; ama a los demás tanto como te amas a ti mismo.


Conoces bien los mandamientos: No mates; no seas infiel en el matrimonio; no robes; no mientas haciendo daño a otra persona; no hagas trampas; honra a tu padre y a tu madre.


Porque Moisés dijo: «Honra a tu padre y a tu madre». Y también dijo: «El que maldiga a su padre o a su madre merece la muerte».


Conoces bien los mandamientos: No seas infiel en el matrimonio, no mates, no robes, no mientas para hacerle daño a otra persona; honra a tu padre y a tu madre.


Vosotros, que honráis a Cristo, respetaos unos a otros.


Cumplid todos los mandamientos que hoy os he dado. Así podréis conquistar la tierra en la que vais a entrar.


Si lo hacéis, viviréis largos años en esa tierra que Dios os ha prometido, una tierra tan fértil que mana leche y miel, en la que siempre hay abundancia de alimentos.


Si alguno de vosotros tiene un hijo terco y rebelde, que no obedece a sus padres aunque lo castiguen, hay que hacer lo siguiente:


Lo que os digo es muy importante. Si obedecéis, viviréis muchos años en la tierra que ahora vais a conquistar, y que está al otro lado del río Jordán.


El cielo y la tierra son testigos de que, si no obedecéis, no viviréis mucho tiempo en esa tierra que vais a tomar en posesión después de cruzar el río Jordán; al contrario seréis muy pronto aniquilados.


Hoy os entrego las leyes de Dios. Obedecedlas y viviréis mucho tiempo en la tierra que Dios os va a dar para siempre.


Honra a tu padre y a tu madre. Así te irá bien, y podrás vivir muchos años llenos de felicidad en la tierra que te voy a dar.


Seguid todos sus consejos, y os irá bien y viviréis muchos años en la tierra que él va a daros.


Si tú, tus hijos y tus nietos respetáis a vuestro Dios obedeciendo durante toda vuestra vida las leyes y mandamientos que hoy os doy, tendréis larga vida.


Los hijos, debéis obedecer a vuestros padres en todo, pues eso agrada al Señor.


Rut se fue al campo e hizo exactamente lo que Noemí le había mandado.


De allí David se fue a una ciudad de Moab llamada Mispá, y le pidió al rey de ese país: —Por favor, te ruego que dejes que mi padre y mi madre vivan aquí, en tu país, hasta que yo sepa lo que Dios va a hacer conmigo.


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