Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Éxodo 19:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Si obedecéis y cumplís el pacto que he hecho con vosotros, seréis mi pueblo preferido entre todos los pueblos de la tierra, pues toda la tierra me pertenece.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Ahora bien, si me obedecen y cumplen mi pacto, ustedes serán mi tesoro especial entre todas las naciones de la tierra; porque toda la tierra me pertenece.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Ahora, pues, si ustedes me escuchan atentamente y respetan mi alianza, los tendré por mi propio pueblo entre todos los pueblos. Pues el mundo es todo mío,

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Ahora pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi pacto, entonces vosotros seréis objeto de mi predilección° entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Ahora bien, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, seréis propiedad mía particular entre todos los pueblos, porque toda la tierra me pertenece.

Gade chapit la Kopi




Éxodo 19:5
54 Referans Kwoze  

Y Dios añadió: —Por tu parte, tú y tus descendientes tendréis que cumplir con


Tú elegiste a tu pueblo de entre todas las demás naciones. ¡Somos tuyos! Así lo dijiste por medio de tu siervo Moisés, cuando sacaste de Egipto a nuestros antepasados.


Así nosotros hemos llegado a ser tu pueblo, y tú eres nuestro Dios; y esto será así por siempre.


de su hocico salen chispas de lumbre y llamas de fuego;


Todo lo que hay debajo del cielo es mío; ¿quién me ha hecho algún servicio para que yo le recompense?


¡Nuestro Dios eligió a Israel para que fuera su propiedad!


Salmo de David. Dios es dueño de toda la tierra y de todo lo que hay en ella; también es dueño del mundo y de todos sus habitantes.


Les dijo: —Yo soy vuestro Dios, el que cuida de vuestra salud. Si prestáis atención a mis consejos y obedecéis estos mandamientos y estas leyes que hoy os doy, y hacéis solo lo que es bueno, no os castigaré como a los egipcios.


Si lo obedeces en todo, trataré con dureza a tus enemigos.


Después tomó el libro del pacto y lo leyó ante los israelitas. Entonces ellos dijeron: —Cumpliremos todo lo que Dios nos ha ordenado.


diciendo: —¡Dios mío! ¡Dios mío! Si de verdad me he ganado tu favor, acompáñanos. Es verdad que somos muy tercos, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como tu pueblo.


En adelante vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Así sabréis que yo soy el Señor, vuestro Dios, el que os libró de ser esclavos de los egipcios.


Moisés le contestó: —No podemos hacer eso. A los egipcios no les gustará vernos adorar a nuestro Dios y ofrecerle en sacrificio algo que ellos consideran odioso. Si nos ven haciéndolo, lo más seguro es que nos maten a pedradas.


Moisés le contestó: —Voy a demostrarte, majestad, que nuestro Dios es el dueño de toda la tierra. En cuanto salga de la ciudad, levantaré mis brazos a Dios, y cesarán la tormenta y el granizo.


Tú, Salomón, puedes quedarte con esas mil monedas; y a los que guardan los frutos, págales con doscientas. ¡Yo me quedo con mi viña, pues solo a mí me pertenece!


Si obedecéis y me hacéis caso, comeréis de lo mejor de la tierra.


Escuchadme, israelitas, descendientes de mi amigo Abrahán:


Y ahora, pueblo de Israel, así te dice Dios, tu creador: «No tengas miedo, pues yo te he liberado; te he llamado por tu nombre y tú me perteneces.


Porque si estos hombres respetan el día de descanso, si me obedecen y son fieles a mi pacto,


Pero nuestro Dios no es así; ¡él hizo todo lo que existe! Él fue quien eligió a Israel y lo convirtió en su pueblo. ¡Su nombre es el Dios todopoderoso!


Yo quise que toda la gente de Israel y de Judá se ajustaran a mi ley, así como el cinturón se ajusta a la cintura de quien lo lleva puesto. Solo así serían mi pueblo, gozarían de fama y respeto, y la gente los alabaría. ¡Pero no quisieron obedecerme! Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Lo que sí les mandé fue que me obedecieran. Solo así yo sería su Dios, y ellos serían mi pueblo. También les mandé obedecer mis mandamientos para que siempre les fuera bien.


Tiempo después volví a pasar y vi que la ciudad ya había crecido bastante. Era como una jovencita convertida en mujer lista para casarse. La puse entonces bajo mi cuidado y me comprometí a amarla para siempre, como si ella fuera mi mujer y yo su marido. La bañé, la limpié y la perfumé. Os aseguro que así fue.


Por eso yo os entrego el territorio donde ellos viven ahora. Es una tierra que mana leche y miel donde siempre tendréis abundancia de alimentos. Y no olvidéis que yo soy vuestro Dios, y que os he separado de los otros pueblos.


¡Que mal os va a ir a los que vivís tranquilos y confiados en Jerusalén y en Samaría y presumís de ser los jefes de la nación más importante, a quienes acuden los israelitas!


Además —dice el Dios todopoderoso—, cuando llegue el día en que yo actúe, volverán a ser mi propiedad personal y no les haré ningún daño; los trataré como trata un padre a los hijos que le sirven.


Pero si alguien os dice: «Esta es una carne sacrificada en honor de los ídolos», entonces no la comáis, para evitar problemas. Tal vez tú no tengas problemas en comerla, pero otras personas sí pueden tenerlos. A mí realmente no me gusta la idea de no poder hacer algo, solo porque otra persona piense que está mal,


Vuestro Dios es dueño del cielo y de la tierra, y de todo lo que hay en ella.


Seréis bendecidos si cumplís los mandamientos que hoy os da vuestro Dios.


sois el pueblo que Dios eligió de entre todos los pueblos de la tierra y le pertenecéis.


Si un animal se muere, no comáis su carne, pues sois un pueblo que pertenece a Dios. Podréis, sin embargo, dársela a cualquier inmigrante que viva entre vosotros o vendérsela a uno de fuera que esté de paso. No deberéis cocinar un cabrito hirviéndolo en la leche de su madre.


Vuestro Dios ha cumplido su promesa anunciando que vosotros sois su pueblo y que deberéis obedecerlo en todo.


Vuestro Dios hará de vosotros el país más famoso y poderoso de toda la tierra, para que seáis un pueblo consagrado a él, tal como os lo ha prometido.


Moisés continuó diciendo: —Si ponéis en práctica todos los mandamientos de Dios que hoy os he dado, seréis su pueblo favorito en toda la tierra,


Si obedecéis a Dios en todo, él cumplirá su promesa y hará de vosotros un pueblo consagrado a él.


Cuando Dios os rescató y os sacó de Egipto, lo hizo para convertiros en su propio pueblo como efectivamente lo sois.


Nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en el monte Horeb.


Vosotros sois un pueblo apartado especialmente para Dios. Él os eligió de entre todas las naciones del mundo, para que fuerais el pueblo de su propiedad.


A pesar de todo, Dios mío, ellos son tu pueblo, el pueblo que sacaste de Egipto con tu gran poder.


Él quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados, haciendo de nosotros su pueblo, un pueblo deseoso de hacer el bien.


Abrahán tuvo fe en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera del país en que vivía para ir a la tierra que le iba a dar en herencia, sin saber, además, adonde iba.


En el pasado, me hice cargo de sus antepasados y los saqué de Egipto haciendo luego un pacto con ellos. Pero como no lo cumplieron, ya no me preocupé más por ellos.


Y el pueblo respondió: —Nosotros estaremos siempre al servicio de nuestro Dios y le obedeceremos.


Pero vosotros «sois miembros escogidos de la familia de Dios, sois sacerdotes y reyes, sois su pueblo. Para que anunciarais su grandeza», Dios mismo os sacó de la oscuridad del pecado y os hizo entrar en su luz maravillosa.


Pero Samuel le dijo: —Lo que agrada a Dios es que lo obedezcan y no que le ofrezcan sacrificios. Es mejor obedecerlo que sacrificarle los mejores animales.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite