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Éxodo 17:14 - Biblia Lenguaje Básico

14 Más tarde, Dios dijo a Moisés: —Escribe en un libro todo lo ocurrido en esta batalla, para que nadie lo olvide. Y dile a Josué que yo haré que nadie vuelva a acordarse de los amalecitas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Después de la victoria, el Señor dio a Moisés las siguientes instrucciones: «Escribe esto en un rollo para que sea un recuerdo perpetuo, y léelo en voz alta a Josué: “Yo borraré por completo la memoria de Amalec de debajo del cielo”».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Entonces Yavé dijo a Moisés: 'Escribe todo esto en un libro para que sirva de recuerdo, y dile a Josué que yo no dejaré ni el recuerdo de Amalec debajo de los cielos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Dijo YHVH a Moisés: Escribe esto como recordatorio en un rollo, y ponlo en conocimiento de Josué: Yo borraré del todo la memoria de Amalec de debajo de los cielos.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Yahveh dijo entonces a Moisés: 'Escribe esto en el libro para recuerdo, y di a Josué que yo borraré totalmente la memoria de Amalec de debajo de los cielos'.

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Éxodo 17:14
30 Referans Kwoze  

Después de la muerte de Saúl, David salió a luchar contra los amalecitas y los derrotó. A continuación regresó a Siclag y se quedó allí dos días. Al tercer día, llegó a Siclag uno de los soldados de Saúl. Venía con la ropa toda desgarrada y la cabeza cubierta de polvo. Cuando llegó ante David, se inclinó tocando el suelo con la frente en señal de respeto.


Algo parecido hicieron quinientos hombres de los descendientes de Simeón. Bajo las órdenes de Pelatías, Nearías, Refaías y Uziel, hijos de Jisí, se fueron a vivir al monte de Seír. Cuando llegaron a ese lugar, mataron a los amalecitas que aún quedaban allí.


¿Cómo podríamos, entonces, volver a desobedecerte casándonos con mujeres de esos pueblos que practican cosas tan horribles? ¡De ninguna manera! Porque entonces te enfadarías tanto con nosotros que nos destruirías incluso a los pocos que quedamos.


Nadie se acuerda de él; es lanzado a la oscuridad y su nombre queda en el olvido.


¡Cómo quisiera que mis palabras quedaran grabadas para siempre con un punzón de hierro y con plomo en una placa de bronce.


Reprendiste a los pueblos que no te adoran; destruiste a los malvados y nadie volvió a recordarlos.


De ahora en adelante deberéis celebrar esta fiesta en mi honor, para recordar el día en que os saqué de Egipto.


Esta fiesta será para vosotros como una marca en la mano o en la frente. Os hará recordar que Dios, con su gran poder, os sacó de Egipto. Por eso, nunca debéis olvidaros de su ley.


y Josué pudo vencer a los amalecitas.


Moisés escribió allí todo lo que Dios le dijo. Al día siguiente, se levantó muy temprano y construyó un altar al pie del monte. Además, colocó doce piedras que representaban a las doce tribus de Israel.


Dios le contestó: —Yo borro de mi libro a quien peca contra mí.


Dios dijo también a Moisés: —Pon por escrito todas estas normas pues son parte del pacto que estoy sellando con los israelitas.


Al honrado, se le recuerda entre bendiciones; la fama del malvado dura muy poco.


—Jeremías, yo soy el Dios de Israel y te ordeno que pongas por escrito todo lo que te he dicho hasta ahora.


—Jeremías, ve, y consigue un rollo de cuero para escribir y escribe en él todo lo que te he dicho acerca de Israel, de Judá y de las otras naciones. Escribe todo lo que ha sucedido desde la época del rey Josías hasta hoy.


Dicho esto, Balaán dirigió su mirada hacia donde estaba el pueblo de Amalec y entonó esta canción: «Amalec es nación poderosa, más poderosa que todas. Pero pronto será destruida».


Dios mandó a Moisés que hiciera una lista de todos los lugares por los que pasaran. Y estos son los lugares desde los que fueron saliendo y en los que fueron acampando:


Moisés puso por escrito esta ley, y entregó el texto escrito a los jefes israelitas y a los sacerdotes, que eran los encargados de transportar el Arca del pacto.


vosotros contestaréis que, cuando los sacerdotes entraron en el río con el Arca del pacto, las aguas del Jordán dejaron de correr. Así que estas piedras les recordarán siempre a los israelitas lo que Dios hizo aquí.


Luego, Dios te ordenó claramente que destruyeras a esos pecadores amalecitas y todo lo que les pertenecía.


Al cabo de tres días David y sus hombres llegaron a Siclag y descubrieron que los amalecitas habían hecho una incursión por el desierto del sur y habían atacado a Siclag incendiándola. No habían matado a nadie, pero se habían llevado como esclavos a mujeres, ancianos y niños. Entre las mujeres, se habían llevado a Ajinoán y a Abigail, las esposas de David. Al ver esto, David y sus hombres se echaron a llorar desconsoladamente y así estuvieron hasta que ya no tuvieron más fuerzas.


Al amanecer, David los atacó, y la batalla duró hasta la noche. David mató a todos los amalecitas. Solo se salvaron cuatrocientos jóvenes que montaron en camellos y lograron escapar.


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