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Éxodo 12:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Decid a todos los israelitas que el día diez de este mes cada familia debe conseguir un cordero o un cabrito, uno por casa.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Anuncien a toda la comunidad de Israel que el décimo día de este mes cada familia deberá seleccionar un cordero o un cabrito para hacer un sacrificio, un animal por cada casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Hablen a la comunidad de Israel y díganle: El día décimo de este mes tome cada uno un cordero por familia, un cordero por casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: El día diez de este mes tome cada uno un cordero, según sus familias paternas, un cordero por hogar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Hablad a toda la comunidad de Israel y decidles: el día diez de este mes cada uno tome un cordero por familia, un cordero por casa.

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Éxodo 12:3
26 Referans Kwoze  

Abrahán le respondió: —Dios se encargará de darnos el cordero para el sacrificio, hijo mío. Y así siguieron juntos su camino.


También Abel llevó a Dios su ofrenda y escogió las primeras y mejores crías de sus ovejas. Dios recibió con agrado la ofrenda de Abel,


Josías dio a todos los que estaban allí treinta mil animales de su propio ganado, para que celebraran la Pascua. Entre los animales iban corderos y cabritos, además de otros tres mil novillos que también ofreció.


—Este mes será para vosotros el primer mes del año y el más importante.


Moisés llamó a los jefes israelitas y les dijo: —Que cada uno de vosotros vaya a buscar un cordero para su familia, y matadlo para celebrar la cena de la Pascua.


Los animales deben ser machos, de tan solo un año de edad, y sin ningún defecto. Pero aseguraos de que el animal que elijáis alcance para todos, según lo que cada miembro de la familia acostumbre a comer. Si alguna familia es muy pequeña como para comerse todo el animal, deberá compartirlo con la familia vecina.


Cuando cada familia haya conseguido su animal, deberá guardarlo hasta el día catorce de este mes, y ese día al atardecer lo matará.


Pero Dios dijo a Moisés: —¿Qué significan esos gritos? Ordena a los israelitas que sigan adelante.


Luego fueron a decirle a Moisés: —Es mejor que seas tú quien nos hable. Dinos qué debemos hacer, y te obedeceremos. Si Dios nos habla, podríamos morir.


Aarón les contó lo que Dios le había dicho a Moisés, quien por su parte hizo delante de ellos las señales que Dios le había mandado hacer.


Así que vete y diles a los israelitas que yo soy su Dios, el que les va a liberar de la opresión de los egipcios y les va a librar de la esclavitud que ahora tienen que soportar; diles que con gran poder los rescataré y que castigaré duramente a los egipcios.


Habían pasado veinticinco años desde que llegamos presos a Babilonia, y catorce años desde la destrucción de Jerusalén. El día diez del primer mes, el mes de Abib, al comenzar el año, Dios me llenó de su poder y me llevó al territorio de Israel. Allí me colocó sobre una montaña muy alta y, al mirar hacia el sur, pude ver muchas construcciones, como las de una ciudad.


que diera este mensaje a los israelitas: —Cuando alguno de vosotros me presente una ofrenda para quemarla en mi honor, podrá ofrecerme terneros, cabritos o corderos.


y presentarme como ofrenda para obtener el perdón de su pecado una cabra o una cordera. El sacerdote presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré.


Así se hará por cada animal que se ofrezca en sacrificio sea un toro, un carnero, un cordero o un cabrito.


Al día siguiente, al ver que Jesús se acercaba, Juan dijo a los que estaban allí: —¡Aquí viene el Cordero de Dios. Por medio de él, Dios os perdonará todos los pecados.


Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: —¡Mirad, ahí viene el Cordero de Dios!


Seis días antes de que se celebrara la fiesta de la Pascua, Jesús fue al pueblo de Betania donde vivía Lázaro, el hombre a quien Jesús había resucitado.


Al día siguiente muchos de los que habían acudido a Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua, al enterarse de que Jesús se acercaba a la ciudad,


Por lo tanto, dejad de pecar. El pecado es como levadura vieja, que a todos echa a perder. Si dejáis de pecar, seréis personas nuevas, como los panes nuevos y sin levadura que se comen en la Pascua. Nuestra nueva vida es como la fiesta de la Pascua. Nuestro cordero de la Pascua es Cristo, que fue sacrificado en la cruz. Nosotros somos como el pan de la fiesta, y debemos ser como el pan sin levadura, es decir, sinceros y honestos. No seamos malos ni hagamos daño a nadie, pues seríamos como el pan que se hace con levadura vieja.


Por eso reuníos mañana y agrupaos por tribus. De la tribu que yo señale por sorteo, se presentarán todos sus grupos familiares; y del grupo familiar que yo señale se presentarán todas sus familias. Y luego de la familia que yo señale se presentarán al frente todos los individuos, uno por uno.


A ese monstruo lo adorarán todos los habitantes de la tierra, menos los que tienen sus nombres escritos en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado, un libro escrito desde antes de que Dios creara el mundo.


Samuel tomó un cordero y, mientras lo sacrificaba, le rogó a Dios que ayudara a su pueblo. Mientras tanto, los filisteos iban acercándose para atacar a Israel. Pero Dios escuchó a Samuel y envió una fuerte tormenta con truenos que desconcertaron a los filisteos y los hicieron huir llenos de terror.


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