Ester 2:14 - Biblia Lenguaje Básico14 Cada joven se dirigía al palacio al atardecer, y a la mañana siguiente se retiraba a otra sección de las dependencias de las mujeres. Esta sección estaba a cargo de Saasgaz, otro hombre de confianza del rey. La joven en cuestión solo podía volver a presentarse ante el rey si este lo deseaba y la mandaba llamar por su nombre. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196014 Ella venía por la tarde, y a la mañana siguiente volvía a la casa segunda de las mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas; no venía más al rey, salvo si el rey la quería y era llamada por nombre. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente14 Esa noche la llevaban a las habitaciones privadas del rey, y a la mañana siguiente, la pasaban a un segundo harén, donde vivían las esposas del rey. Allí quedaba al cuidado de Saasgaz, el eunuco del rey que se ocupaba de las concubinas. Jamás volvía a la presencia del rey a menos que a él le hubiera agradado de manera especial y la mandara llamar por su nombre. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)14 Llegaba allí de tarde y al día siguiente pasaba a otra casa de las mujeres confiada a Saasgaz, el eunuco del rey encargado de cuidar a las concubinas. Ya no volvía más a ver al rey, salvo que el rey se hubiese enamorado de ella; en ese caso, la mandaba llamar personalmente. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion14 Entraba por la tarde, y por la mañana regresaba a un segundo harén, al cuidado de Saasgaz, eunuco del rey y guardián de las concubinas. Y no acudía más al rey, a menos que el rey la deseara, y la mandara a llamar por su nombre. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197514 Iba por la tarde, y volvía por la mañana al segundo harén, que estaba bajo la vigilancia de Saasgaz, eunuco del rey, guardián de las concubinas. No volvía ya a presentarse ante el rey, a no ser que el rey manifestara deseo de verla y fuera llamada expresamente. Gade chapit la |
Mardoqueo, que era sobrino de Abijail, el padre de Ester, la había adoptado como hija. Ester se había ganado el aprecio de todos en el palacio. Así que, cuando le llegó el turno de presentarse ante el rey, se puso únicamente los adornos que Hegeo le aconsejó. Era el mes de Tébet, del séptimo año del reinado de Asuero.