9 Así pues, fueron Josué, sus hijos y parientes quienes dirigieron los trabajos de reconstrucción del Templo de Dios; contaron con la ayuda de Cadmiel y sus hijos, que eran de la familia de Jodavías. También los ayudaron los de la familia de Jenadad.
9 Jesúa también, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, hijos de Judá, como un solo hombre asistían para activar a los que hacían la obra en la casa de Dios, junto con los hijos de Henadad, sus hijos y sus hermanos, levitas.
9 Jesúa, sus hijos y parientes, junto con Cadmiel y sus hijos, todos descendientes de Hodavías, supervisaron a los que trabajaban en el templo de Dios. Para esta tarea contaron con la colaboración de los levitas de la familia de Henadad.
9 Josué, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, los hijos de Yodabías, se hicieron todos cargo de la dirección de los que trabajaban en el Templo de Dios.
9 Entonces Jesúa con sus hijos y hermanos, Cadmiel y sus hijos, los hijos de Judá y los hijos de Henadad con sus hijos y sus hermanos levitas, se presentaron unánimes para dirigir a los que trabajaban en la Casa de Dios.
9 Josué, con sus hijos y hermanos, Cadmiel con sus hijos, y los descendientes de Hodavías, se pusieron como un solo hombre a dirigir a los que trabajaban en el templo de Dios, e igualmente los hijos de Jenadad, sus hijos y sus hermanos, los levitas.
Los encargados de la reconstrucción del Templo eran todos ellos hombres honestos. Estaban dirigidos por los siguientes miembros de la tribu de Leví: por Jájat y Abdías, que eran descendientes de Merarí, y por Zacarías y Mesulán, que eran descendientes de Queat. Entre los levitas, casi todos expertos en tocar instrumentos musicales, unos estaban al frente de los que transportaban las cargas, otros dirigían a los demás trabajadores, a cada uno según su profesión, y otros actuaban como secretarios, vigilantes de las obras y porteros del Templo.
Las familias de la tribu de Leví que volvieron eran las siguientes: De las familias de Josué y de Cadmiel, que descendían de Jodavías, setenta y cuatro personas. De las familias de los cantores que descendían de Asaf, ciento veintiocho personas. De las familias de Ater, Talmón, Acub, Jatitá, Sobay y Salún, que eran los guardianes de las entradas del Templo, ciento treinta y nueve personas.
Zorobabel y el sacerdote Josué comenzaron la reconstrucción del Templo de Dios un año y dos meses después de haber llegado a Jerusalén. Lo hicieron con la ayuda de los sacerdotes y de todos los judíos que habían regresado a Jerusalén. Y para dirigir los trabajos eligieron a hombres de la tribu de Leví mayores de veinte años.