Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Efesios 6:20 - Biblia Lenguaje Básico

20 El Señor me envió a anunciar ese plan y por ello estoy ahora preso. Pedidle a Dios que me dé el valor de anunciar sin ningún temor la buena noticia.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Ahora estoy encadenado, pero sigo predicando este mensaje como embajador de Dios. Así que pidan en oración que yo siga hablando de él con valentía, como debo hacerlo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 cuando tenga que presentar mi defensa, pues yo soy embajador encadenado de este Evangelio.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

20 por el cual soy embajador en cadenas; para que osadamente hable acerca de él,° como debo hablar.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 cuyo embajador soy, aun entre cadenas, para que pueda hablar valerosamente de él como es debido.

Gade chapit la Kopi




Efesios 6:20
31 Referans Kwoze  

El mal mensajero te mete en problemas; el buen mensajero te traerá prosperidad.


Nuestros valientes gritan por las calles; nuestros mensajeros de paz lloran amargamente.


«¡Grita bien fuerte, grita sin miedo, alza la voz como una trompeta! ¡Denuncia los pecados de mi pueblo, que se avergüence Israel de sus culpas!


Así que, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te mando. No les tengas miedo, pues de lo contrario te haré temblar de miedo cuando te enfrentes a ellos.


Dios volvió a hablar a Jeremías cuando lo llevaban a Babilonia junto con los prisioneros de Judá y Jerusalén. Cuando llegaron a Ramá, el comandante Nebuzaradán le quitó las cadenas y le dijo a solas: —Tu Dios ya anunció el desastre sobre este país.


El jefe arrestó a Pablo y ordenó que lo sujetaran con dos cadenas. Luego preguntó a la gente: —¿Quién es este hombre, y qué ha hecho?


Pablo le dijo: —Me gustaría que por poco o por mucho, tanto el rey como todos los que me están oyendo fueran lo que yo soy. Pero claro, sin estas cadenas.


Os he invitado porque quería deciros que me encuentro preso por tener la misma esperanza que tienen todos los de Israel.


Proclamaba con plena libertad el reino de Dios y enseñaba todo lo referente al Señor Jesús, el Mesías, sin que nadie se lo impidiera.


Pedro y los demás apóstoles respondieron: —Nosotros tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier otro.


Tan seguros estamos de todo esto, que no nos da miedo hablar.


Cristo nos envió para que hablemos de su parte, y Dios mismo os pide que escuchéis nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo os pedimos que hagáis las paces con Dios.


Yo, Pablo, estoy preso porque sirvo a Jesucristo y trabajo por el bien de vosotros, los que no sois judíos.


Yo, que estoy preso por servir al Señor Jesús, os ruego que viváis como deben vivir los que, como vosotros, han sido llamados a formar parte del pueblo de Dios.


Orad también por mí y pedidle a Dios que me dé el valor de anunciar con plena libertad el desconocido mensaje de la buena noticia.


Espero firmemente no hacer nada que pueda avergonzarme. Tanto si vivo como si muero, estoy seguro de que Cristo mostrará su grandeza a través de mí, ahora y siempre.


Está bien que yo piense así de todos vosotros, porque os quiero mucho, y porque compartís conmigo mi situación de prisionero y el privilegio de defender y confirmar la buena noticia.


Orad también por nosotros y pedid a Dios que podamos anunciar libremente el mensaje y explicar el plan secreto de Cristo. Precisamente por anunciarlo estoy ahora preso.


Pedid a Dios que yo pueda explicar ese mensaje con toda claridad.


También sabéis que en la ciudad de Filipos nos insultaron y maltrataron. Pero aunque tuvimos muchas dificultades, Dios nos dio valor para anunciaros la buena noticia.


Le pido a Dios que sea bueno con la familia de Onesíforo y la ayude. Él me animó muchas veces y no se avergonzó de que yo estuviera en la cárcel.


Por anunciar esa buena noticia sufro mucho y estoy encadenado en la cárcel, como si fuera un criminal. Pero el mensaje de Dios no está encadenado.


Te ruego que recibas bien a Onésimo, que es para mí como un hijo, pues yo le hice nacer a una vida nueva aquí en la cárcel.


Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Igualmente nosotros debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos.


Queridos míos, hace tiempo que he querido escribiros acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora os escribo para pediros que luchéis y defendáis la fe que Dios ha dado a los creyentes de una vez por todas.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite