Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Efesios 2:2 - Biblia Lenguaje Básico

2 En ese tiempo seguíais el mal ejemplo de la gente de este mundo y estabais dominados por el poderoso espíritu que actúa en el universo y domina a las personas que son rebeldes a Dios.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Con ellos seguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, según el curso de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, del espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 en que vivisteis en el pasado siguiendo la corriente de este mundo, siguiendo al príncipe de la potestad del aire, al espíritu que actúa ahora entre los hijos de la rebeldía,

Gade chapit la Kopi




Efesios 2:2
64 Referans Kwoze  

Todavía estaba hablando ese hombre cuando otro mensajero llegó y le dijo a Job: —¡Un rayo acaba de matar a las ovejas y a los pastores! ¡Solo yo pude escapar para darte la noticia!


De repente, vino un fuerte viento del desierto y derribó la casa. ¡Todos tus hijos murieron aplastados! ¡Solo yo pude escapar para darte la noticia!


Y Dios le dijo: —¿De dónde vienes? Y este le contestó: —Vengo de recorrer toda la tierra. Entonces Dios le preguntó:


Nunca me aparté del buen camino, ni me dejé llevar por mis caprichos. Si se encuentra en mis manos alguna cosa robada,


¡Qué mal os va a ir, israelitas rebeldes, —os advierto yo que soy vuestro Dios—! Hacéis planes sin contar conmigo, y pecáis una y otra vez.


¿De quién os burláis? ¿A quién le sacáis la lengua? Sois hijos del pecado, gente mentirosa.


Los habitantes de este país son gente malvada; no saben lo que es ser fieles, ¡no saben hacer lo bueno, solo cometen injusticias! Por eso la tierra está bajo maldición: los pastos se han secado, y la tierra es un desierto.


Vosotros, israelitas, comenzasteis a pecar en Guibeá y no habéis dejado de hacerlo; por eso la guerra os destruirá en el mismo lugar donde pecasteis.


el avestruz, la lechuza, la gaviota y toda clase de gavilanes;


Luego vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y decís que soy un glotón y un borracho, que soy amigo de pecadores y gente de mala fama. Pero recordad que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados.


Luego están las semillas que cayeron entre los espinos. Estas semillas representan a los que oyen el mensaje, pero no dejan que produzca fruto y cambie sus vidas. Solo piensan en lo que necesitan y en cómo hacerse ricos.


El campo es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que pertenecen al reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que pertenecen al diablo,


pero no dejan que el mensaje produzca fruto y cambie su vida. Solo piensan en las cosas que necesitan, en cómo ganar dinero, y en cómo disfrutar de esta vida.


Al saber esto, el amo felicitó al administrador corrupto por ser tan astuto. Y es que la gente de este mundo es más astuta para atender sus propios negocios que los que pertenecen al reino de Dios.


Después, Jesús dijo a Pedro: —Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios para poneros pruebas difíciles a todos vosotros, y Dios se lo ha dado.


Ahora es cuando la gente de este mundo va a ser juzgada; y el que manda en este mundo, que es el diablo, será echado fuera.


Habían comenzado la cena, y el diablo ya había hecho que Judas, el hijo de Simón Iscariote, decidiera traicionar a Jesús.


En ese mismo instante, Satanás se metió en el corazón de Judas. Jesús le dijo: —Judas, date prisa en hacer lo que has planeado.


Ya no hablaré de muchas cosas con vosotros, porque se está acercando el diablo, que manda en este mundo. Él no tiene poder para vencerme,


Os amarían si fuerais como ellos. Pero vosotros ya no sois así, porque yo os elegí para que no fuerais como esa gente. Por eso os odian.


La gente de este mundo no os odia a vosotros; pero a mí sí me odia porque le digo que su conducta es mala.


Jesús les aclaró: —Vosotros sois pecadores, como todos los que viven en este mundo. Pero yo no soy de este mundo, porque vengo del cielo.


Vuestro padre es el diablo, y vosotros tratáis de hacer lo que él quiere. Siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son solo mentiras, y hace que las personas mientan.


Finalmente, el secretario de la ciudad los hizo callar, y les dijo: —Habitantes de Éfeso, nosotros somos los encargados de cuidar tanto el templo de la gran diosa Artemisa como su estatua, la cual bajó del cielo.


Entonces Pedro dijo a Ananías: —¿Por qué le has hecho caso a Satanás y te has quedado con parte del dinero, creyendo que podrías engañar al Espíritu Santo?


Y no viváis ya como vive la gente del mundo. Al contrario, cambiad de manera de ser y de pensar. Así podréis saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.


No quise decir que os apartarais totalmente de estas personas, pues para no juntaros con ellas, tendríais que salir de este mundo. No es posible apartarse totalmente de los que siempre desean más de lo que tienen, ni de los ladrones, ni de los que adoran a los ídolos, ni de los borrachos o de los que hablan mal de los demás.


Y algunos de vosotros erais así. Pero Dios os perdonó esos pecados, os limpió y os hizo parte de su pueblo. Todo esto fue posible por el poder del Señor Jesucristo y del Espíritu de nuestro Dios.


La buena noticia nos habla de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la grandeza de Dios. Ese mensaje brilla como la luz; pero los que no creen no pueden verla, porque Satanás no les deja.


Jesucristo entregó su vida para que Dios perdonara nuestros pecados y nos librara de este mundo malvado. ¡Así lo ha dispuesto Dios, nuestro Padre,


dominio sobre todos los espíritus que tienen poder y autoridad, y sobre todo lo que existe en este mundo y en el nuevo mundo que vendrá.


Los judíos os llaman «los no circuncidados», pues habéis nacido fuera del judaísmo y ellos a sí mismos se llaman «los circuncidados», pues llevan en su cuerpo esa marca hecha por manos humanas. Vosotros no sois judíos y debéis recordar que antes no teníais a Cristo ni erais parte del pueblo de Israel. Tampoco formabais parte del pacto ni de la promesa que Dios hizo con su pueblo. Vivíais en medio del mundo sin Dios y sin esperanza.


Pero ahora vosotros, que estabais lejos de Dios, os habéis acercado a él pues estáis unidos a Jesucristo por medio de su muerte en la cruz.


Antes nosotros nos comportábamos así y vivíamos obedeciendo a los malos deseos de nuestro cuerpo y nuestra mente. ¡Merecíamos con toda razón ser castigados por Dios, igual que los demás!


Ahora os pido, de parte de Jesús, el Señor, que ya no viváis como los que no conocen a Dios, pues ellos viven de acuerdo con sus ideas sin sentido.


Por eso, ya no debéis vivir ni comportaros como antes, cuando los malos deseos dirigían vuestra manera de vivir.


No os dejéis engañar con palabras vacías, pues por cosas así Dios castiga terriblemente a quienes no le obedecen.


No conocer a Dios es como vivir en la oscuridad y antes vosotros vivíais así, pues no lo conocíais. Pero ahora ya lo conocéis, y habéis pasado a la luz; vivid entonces como corresponde a quienes han pasado a ser luz.


Porque no luchamos contra gente de carne y hueso como nosotros, sino contra espíritus malvados e invisibles que imponen su autoridad, poder y dominio en un mundo tenebroso.


Antes, estabais lejos de Dios y erais sus enemigos, pues pensabais y hacíais lo malo. Sin embargo, ahora Dios os ha hecho sus amigos por medio de la muerte de Cristo, su Hijo, que se hizo hombre. Dios lo hizo así para que pudierais presentaros ante él sin pecado y libres de culpa.


Dimas me ha abandonado y se ha ido a la ciudad de Tesalónica, pues ama demasiado las cosas de este mundo. Crescencio se fue a la región de Galacia y Tito a la de Dalmacia.


La verdadera religiosidad, la que aparece sin culpa a los ojos de Dios Padre, consiste en ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren y no dejarse ensuciar por la maldad del mundo.


Quienes se portan así, que no esperen recibir nada del Señor,


¡Sois gente pecadora! ¿Acaso no sabéis que hacerse amigo del mundo es volverse enemigo de Dios? ¡Pues así es! Si queréis ser amigos del mundo, os volvéis enemigos de Dios.


Antes de que conocierais la buena noticia acerca de Jesucristo, os dejabais llevar por los malos deseos. Pero ahora debéis obedecer a Dios en todo como buenos hijos.


Por mucho tiempo habéis vivido haciendo lo mismo que hacen los que no creen en Dios. Teníais vicios y malos deseos, os emborrachabais, participabais en fiestas escandalosas y adorabais ídolos odiosos.


Esos hombres no pueden ver a una mujer sin desear tener relaciones sexuales con ella; ¡nunca se cansan de pecar! Engañan a los que están poco formados y están llenos de codicia. ¡Son gente maldita!


Podemos saber quién es hijo de Dios y quién es hijo del diablo: quien no se porta rectamente y no ama a sus hermanos no es hijo de Dios.


Pero el que siempre hace lo malo es amigo del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el día en que Dios creó el mundo. Por esta razón vino el Hijo de Dios al mundo: para destruir todo lo que hace el diablo.


Hijos míos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a esos falsos profetas, pues él permanece unido a vosotros y es más poderoso que su Enemigo.


Sabemos que somos de Dios y que el resto de la gente en el mundo está dominada por el diablo.


En realidad, todo el que es hijo de Dios vence al mal que hay en el mundo, porque es nuestra fe la que sale victoriosa sobre el mundo.


El gran dragón fue arrojado del cielo. El dragón es Satanás, el diablo. Y es la antigua serpiente que se dedica a engañar a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.


Este monstruo engañó a la gente por medio de los milagros que hizo con el poder que el primer monstruo le había dado. Luego les obligó a hacer una estatua del primer monstruo, el cual había sido herido con una espada, pero se había recuperado de la herida.


A ese monstruo lo adorarán todos los habitantes de la tierra, menos los que tienen sus nombres escritos en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado, un libro escrito desde antes de que Dios creara el mundo.


El séptimo ángel vació su copa en el aire y desde el trono que está en el Templo salió una fuerte voz que decía: —¡Ya está hecho!


Este ángel capturó al dragón, aquella serpiente antigua que es el diablo, llamado Satanás, y lo encadenó durante mil años.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite