Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Efesios 2:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo que Dios ya había planeado de antemano.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Lo que somos es obra de Dios: hemos sido creados en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que Dios dispuso de antemano para que nos ocupáramos en ellas.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 porque somos hechura suya, creados en Jesús el Mesías para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.

Gade chapit la Kopi




Efesios 2:10
58 Referans Kwoze  

Reconoced que él es Dios; él nos hizo y somos suyos. Nosotros somos su pueblo: él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño.


los que no hacen nada malo, sino que solo a ti te obedecen.


Dios mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer. Tu amor por mí no cambia; así pues, no me abandones ya que fuiste tú quien me creaste.


Ya que me has hecho sufrir mucho ¡devuélveme ahora la felicidad!


Por eso permití su terquedad y dejé que se comportaran según sus caprichos.


Y el Dios todopoderoso los bendecirá diciendo: «Bendito sea Egipto que es mi pueblo; bendita sea Asiria, que es obra de mis manos; bendito sea Israel que es mi heredad escogida».


Cuando sus descendientes vean todo lo que hice entre ellos, reconocerán que soy un Dios santo y me mostrarán su respeto.


el pueblo que yo mismo he creado para que me alabe.


Yo los he creado para que me adoren y me canten alabanzas".


«Recuerda, Israel, yo soy tu Creador y tú eres mi siervo; Israel, no te olvidaré.


En ti, Jerusalén, solo vivirá gente honrada que será la dueña del país por siempre. Será como los brotes de una planta que yo mismo planté; será la obra que yo realicé para mostrar mi poder.


para cambiar su derrota en victoria, su vestido de luto en traje de fiesta y su tristeza en un canto de alabanza. Aquel día serán llamados «robles de la justicia», «plantación gloriosa de Dios».


De la misma manera, vuestra conducta debe ser como una luz que ilumine y, al ver las cosas buenas que hacéis, los demás alaben a Dios, vuestro Padre que está en el cielo.


Pero los que prefieren la verdad buscan la luz, porque quieren que los demás sepan que actúan según la voluntad de Dios.


Entre tanto la Iglesia vivía en paz en toda la región de Judea, Galilea y Samaría, e iba consolidándose y caminando al servicio del Señor. Y con la ayuda del Espíritu Santo cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor Jesús.


En Jope vivía una discípula de Jesús llamada Tabita. Su nombre griego era Dorcas, que significa «Gacela». Tabita se dedicaba a los demás y ayudaba mucho a los necesitados.


Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.


Desde el principio, Dios ya sabía a quiénes iba a elegir, y ya había decidido que fueran semejantes a su Hijo, que es el primero entre muchos hermanos.


Apolo y yo somos colaboradores de Dios, y vosotros sois como un campo que Dios cultiva, como un edificio que Dios construye.


Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: que, por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.


Dios nos ha destinado a ese cambio y, como prueba de que así lo hará, nos dio el Espíritu Santo.


Dios puede daros muchas cosas, a fin de que tengáis todo lo necesario e incluso os sobre. Así podréis hacer algo en favor de otros.


En realidad, no importa si uno está o no circuncidado. Lo que sí importa es ser una persona nueva.


Queridos hermanos de Éfeso: A vosotros, que pertenecéis al pueblo santo de Dios, y que seguís creyendo en Jesucristo y vivís muy unidos a él, os envío mis saludos. Yo, Pablo, soy apóstol de Jesucristo porque Dios así lo ha querido.


Desde antes de crear el mundo Dios nos eligió, por medio de Cristo, para que fuéramos solo de él y viviéramos sin pecado. Dios nos amó tanto que


Pero ahora vosotros, que estabais lejos de Dios, os habéis acercado a él pues estáis unidos a Jesucristo por medio de su muerte en la cruz.


Cristo ha puesto fin a los mandatos y normas de la ley y por medio de sí mismo ha creado, con los dos grupos, un solo pueblo y ha restablecido la paz.


En ese tiempo seguíais el mal ejemplo de la gente de este mundo y estabais dominados por el poderoso espíritu que actúa en el universo y domina a las personas que son rebeldes a Dios.


Dios, al resucitar a Jesucristo, nos resucitó y nos dio un lugar en el cielo, junto a él.


Yo, que estoy preso por servir al Señor Jesús, os ruego que viváis como deben vivir los que, como vosotros, han sido llamados a formar parte del pueblo de Dios.


Seguid todos sus consejos, y os irá bien y viviréis muchos años en la tierra que él va a daros.


Dios empezó el buen trabajo en vosotros, y estoy seguro de que lo irá perfeccionando hasta el día en que Jesucristo vuelva.


Porque es Dios quien os motiva a hacer el bien y quien os ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere.


Así podréis vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con vosotros, porque haréis toda clase de cosas buenas y conoceréis mejor cómo es Dios.


En realidad, ahora sois personas nuevas que cada vez se parecen más a Dios, su creador, y cada vez lo conocen mejor.


que os den ánimo y fuerzas para que siempre digáis y hagáis lo bueno.


Al contrario, que se adornen con sus buenas acciones, como se espera de las mujeres que se consideran creyentes.


También debe ser conocida por sus buenas obras. Por ejemplo, tiene que haber criado bien a sus hijos y a sus hijas, haber recibido bien a quienes visitaron su casa, haber atendido con amor a los miembros de la comunidad, y haber ayudado a los que sufren. Es decir, en esa lista deben estar las que hayan hecho toda clase de bien.


Lo mismo pasa con las buenas acciones. Algunas se ven con facilidad, pero otras no; sin embargo, ninguna de ellas quedará oculta.


Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas acciones. Recuérdales que deben dar y compartir lo que tienen.


Algo parecido pasa con nosotros: si dejamos de hacer lo malo y nos olvidamos de las falsas enseñanzas, seremos como esos objetos que son muy especiales. Toda nuestra vida será útil a Dios, que es su dueño, y estaremos preparados para hacer toda clase de bien.


De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien.


Él quiso morir para rescatarnos de todo lo malo y para purificarnos de nuestros pecados, haciendo de nosotros su pueblo, un pueblo deseoso de hacer el bien.


Tú mismo tienes que ser un buen ejemplo en todo. Enséñales a hacer el bien y, cuando lo hagas, hazlo con seriedad y honestidad.


Recuerda a todos que deben hacer lo que manden los gobernantes y las autoridades del país. Recuérdales también que deben ser obedientes en todo y estar siempre dispuestos a hacer el bien.


Los nuestros deben aprender a hacer el bien, sobre todo cuando sea más necesario: de este modo se convertirán en personas útiles.


Esto es verdad y quiero que insistas en enseñarlo, para que los que creen en Dios se dediquen con entusiasmo a practicar el bien. Estas cosas son buenas y ayudan a todos.


Tratemos de ayudarnos unos a otros y procuremos amarnos y hacer el bien.


Portaos bien cuando estéis con gente que no cree en Dios. Así, aunque ahora esa gente hable mal de vosotros, como si fuerais unos malvados, luego verá el bien que hacéis y alabará a Dios el día en que él pida cuentas a todos.


Pero si vivimos en la luz, como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús.


El que dice que es amigo de Dios debe vivir como vivió Jesús.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite