Eclesiastés 2:1 - Biblia Lenguaje Básico

¹ Entonces decidí ver qué satisfacciones ofrecen los placeres, ¡pero tampoco a esto le encontré sentido!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Me dije: «Vamos, probemos los placeres. ¡Busquemos “las cosas buenas” de la vida!»; pero descubrí que eso también carecía de sentido.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Me dije: '¡Vamos, encontremos la alegría, y que yo pruebe la felicidad!' Pero eso también no es más que un viento.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Dije en mi corazón: ¡Ven pues, te probaré con el placer! ¡Prueba la felicidad! Pero he aquí también esto era vanidad.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Entonces me dije: '¡Voy a probar la alegría, a gustar el placer!'. Pero también eso es vanidad.

Eclesiastés 2:1 Referans Kwoze

Génesis 11:7

Así que voy a bajar y confundiré su idioma, para que no se puedan entender».

2 Reyes 5:5

El rey de Siria le contestó: —¡Vete enseguida a Samaría! ¡Voy a darte una carta para el rey de Israel! Así que Naamán tomó treinta mil monedas de plata, seis mil monedas de oro y diez vestidos y se puso en camino

Salmos 10:6

y en su interior piensan que jamás fracasarán, que nunca tendrán problemas y que siempre serán felices.

Salmos 14:1

Salmo de David. Los necios piensan: «Dios no existe». Pero son gente corrupta y todo lo que hacen es odioso; ¡ninguno de ellos hace lo bueno!

Salmos 27:8

Una voz dentro de mí me dice: «¡Busca a Dios!». Por eso te busco, Dios mío.

Proverbios 14:13

A veces incluso el reír causa dolor; hay alegrías que acaban en tristeza.

Eclesiastés 11:9

Alégrate ahora que eres joven. Déjate llevar por lo que tus ojos ven y por lo que tu corazón desea, pero no olvides que un día Dios te pedirá cuentas por todo lo que hagas.

Eclesiastés 2:10

Hice todo lo que quise y no me privé de ninguna alegría. Disfruté plenamente de todos mis trabajos y esa fue mi recompensa.

Eclesiastés 2:15

así que me puse a pensar: «¿Qué gano yo con ser sabio, si a fin de cuentas moriré igual que los tontos?». Y me di cuenta de que tampoco esto tiene ningún sentido.

Eclesiastés 2:25

pues si no fuera por él, ¿quién podría comer y estar alegre?

Eclesiastés 7:4

Los sabios piensan en la muerte, los tontos solo en divertirse.

Eclesiastés 8:15

Por eso recomiendo, como única felicidad, disfrutar de la vida que Dios nos ha dado en este mundo comiendo, bebiendo y divirtiéndose. Eso es lo único que nos queda después de mucho trabajar.

Isaías 5:5

Pues bien, vosotros sois mi viña, y ahora os diré lo que pienso hacer: destruiré su cerca y será arrasada, derribaré su tapia y será pisoteada;

Isaías 50:11

Pero si andáis prendiendo fuego y lanzáis flechas incendiarias, seréis pasto de ese fuego y esas flechas; Dios os enviará ese castigo y el sufrimiento caerá sobre vosotros.

Isaías 50:5

Dios ha hecho que escuche atentamente y no he sido rebelde ni desobediente.

Lucas 12:19

Luego me diré: ¡Ya tienes suficiente para vivir muchos años! ¡Descansa, come, bebe, diviértete y disfruta de la vida lo más que puedas!».

Lucas 16:19

—Había una vez un hombre muy rico, que vestía ropas lujosas. Hacía fiestas todos los días y celebraba grandes banquetes.

Lucas 16:23

y fue llevado al infierno, donde sufría muchísimo. Desde allí vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro sentado junto a él.

Tito 3:3

Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y rebeldes y andábamos perdidos, siendo esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Éramos malvados y envidiosos y todo el mundo nos odiaba; incluso nosotros mismos nos odiábamos unos a otros.

Santiago 4:13

Escuchadme, vosotros, los que decís: «Hoy o mañana iremos a la ciudad; allí nos quedaremos todo un año, haremos buenos negocios y ganaremos mucho dinero».

Santiago 5:1

Ahora escuchadme vosotros, los ricos: llorad y gritad de dolor por todo lo que muy pronto vais a sufrir.

Santiago 5:5

Vosotros los ricos habéis vivido con mucho lujo y os habéis dado la gran vida en esta tierra. Habéis engordado tanto que parecéis ganado listo para el día de la matanza.