Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Daniel 9:15 - Biblia Lenguaje Básico

15-16 Señor y Dios nuestro, en el pasado tú nos diste muestras de tu gran poder. Tú sacaste de Egipto a tu pueblo, y desde entonces te hiciste muy famoso. Además, sabemos que eres muy bondadoso. Es verdad que hemos pecado y que hemos hecho lo que está mal, pero te rogamos que ya no te enfades contra Jerusalén. Todos los pueblos vecinos se burlan de ella y de tu pueblo. De eso tenemos la culpa nosotros y nuestros antepasados. Lo reconocemos. ¡Pero recuerda que Jerusalén es tu ciudad, y que está en tu monte santo!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

15 Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y te hiciste renombre cual lo tienes hoy; hemos pecado, hemos hecho impíamente.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

15 »Oh Señor nuestro Dios, al rescatar a tu pueblo de Egipto con gran despliegue de poder, le diste honor perpetuo a tu nombre; pero hemos pecado y estamos llenos de maldad.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Señor nuestro Dios, cuya fama es eterna, tú que con mano poderosa hiciste salir a tu pueblo del país de Egipto, contra ti pecamos y nos rebelamos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

15 Y ahora, Adonay, Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa y te hiciste renombre hasta el día de hoy: ¡Hemos pecado y actuado impíamente!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 'Ahora, pues, Señor, Dios nuestro, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano fuerte y conquistaste una fama que perdura hasta hoy, hemos pecado, hemos hecho el mal.

Gade chapit la Kopi




Daniel 9:15
30 Referans Kwoze  

Porque se trata de tu pueblo; el pueblo que tú sacaste de Egipto, donde ha sufrido tanto como si estuviese ardiendo en un horno.


Porque desde que saqué de Egipto a sus antepasados, este pueblo se ha comportado mal y no ha hecho más que provocar mi ira.


Pero si allí donde tu pueblo esté prisionero, se vuelve a ti con toda sinceridad, atiéndelo. Si reconoce que ha pecado y actuado mal, y te lo dice, óyelo. Si tu pueblo ora a ti y te ruega, mirando hacia esta tierra que diste a sus antepasados, hacia esta ciudad y hacia este Templo que yo te he construido,


Nosotros somos tus servidores; pertenecemos al pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder.


Escúchame y atiende mi oración, pues soy tu servidor. Día y noche te he rogado por los israelitas, que también son tus servidores. Reconozco que todos hemos pecado contra ti. He pecado yo y también mis antepasados.


Enviaste terribles castigos al faraón, a sus servidores y a todo su pueblo, porque trataron con crueldad a nuestros antepasados. Así te ganaste la fama que hasta ahora tienes.


Pero él los salvó para honrar su nombre y para que vieran su gran poder.


Cuando vuestros hijos os pregunten el día de mañana por qué actuáis así, les diréis: «Con su gran poder, Dios nos sacó de Egipto, donde éramos esclavos.


Esta ceremonia debe ser para vosotros como una marca en el brazo o en la frente, para que recordéis que Dios os sacó de Egipto con su gran poder».


Entonces Moisés dijo a los israelitas: —Nunca olvidéis este día. Con su gran poder, Dios os ha sacado de Egipto, donde erais esclavos. De ahora en adelante, ninguno de vosotros deberá comer en este día pan con levadura.


Esta fiesta será para vosotros como una marca en la mano o en la frente. Os hará recordar que Dios, con su gran poder, os sacó de Egipto. Por eso, nunca debéis olvidaros de su ley.


Y cuando haya derrotado al faraón y a todo su ejército con sus carros de guerra y su caballería, los egipcios sabrán que yo soy el Dios de Israel. ¡Voy a demostrarles mi gran poder!


Moisés trató de calmar a Dios, y le dijo: —Dios mío, ¡no descargues tu ira contra este pueblo! ¡Tú mismo lo sacaste de Egipto usando tu gran poder!


Dios contestó a Moisés: —De tal modo voy a castigar al faraón, que él mismo os pedirá que abandonéis su país. Yo soy tu Dios.


Así que vete y diles a los israelitas que yo soy su Dios, el que les va a liberar de la opresión de los egipcios y les va a librar de la esclavitud que ahora tienen que soportar; diles que con gran poder los rescataré y que castigaré duramente a los egipcios.


Si hasta ahora no lo he hecho, es porque quiero mostrar mi poder y porque quiero que todos en el país me conozcan.


Crecerán pinos en lugar de espinos y arrayanes en lugar de ortigas. El mundo entero alabará a Dios, y eso será muestra de su maravilloso poder.


Jamás se ha escuchado ni se ha visto que otro dios haya hecho grandes milagros a favor de los que en él confían.


Llamé a unos testigos, y delante de ellos le pagué y firmé la escritura de compra.


Pero Jerusalén fue más rebelde que las naciones y los pueblos vecinos; no se comportó como las otras naciones, sino que fue peor que ellas, pues desobedeció mis leyes y mis mandamientos. Puesto que Jerusalén se ha portado así, yo declaro que me pondré en su contra. Yo soy su Dios y la castigaré por su horrible maldad; la castigaré delante de todas las naciones, como nunca antes lo hice ni lo volveré a hacer.


Nosotros, en cambio, hemos pecado. Nos hemos portado muy mal contigo; hemos vivido como si tú no existieras y te hemos desobedecido.


El joven empezó a decirle: «¡Padre, me he portado muy mal con Dios y contigo! ¡Ya no merezco ser tu hijo!».


El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó un poco más atrás. Ni siquiera se atrevía a levantar la mirada hacia el cielo, sino que se daba golpes en el pecho y decía: «¡Oh Dios! Ten compasión de mí, y perdóname por todo lo malo que he hecho!».


Dios nos libró de grandes peligros de muerte y confiamos en que nos seguirá librando.


Debes recordar que también tú fuiste esclavo en Egipto, y que yo te saqué de allí haciendo uso de mi gran poder. Por eso te ordeno que hagas del día séptimo, día de descanso en mi honor.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite