Daniel 7:22 - Biblia Lenguaje Básico22 Pero llegó el anciano para hacer justicia al pueblo del Altísimo, pues había llegado el momento en que el pueblo elegido entrara en posesión del reino. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196022 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente22 hasta que vino el Anciano —el Altísimo— y emitió un juicio en favor de su pueblo santo. Entonces llegó el tiempo para que los santos tomaran posesión del reino. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)22 hasta que llegó el anciano, quien dictó sentencia en favor de los santos del Altísimo, y en ese momento los santos tomaron posesión del reino. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion22 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos de ’Elyonin, y llegó el tiempo en que los santos poseyeron el reino. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197522 hasta que vino el anciano, se hizo justicia a los santos del Altísimo y llegó el momento en que los santos tomaron posesión del reino. Gade chapit la |
Después de eso, el malvado aparecerá y Satanás lo ayudará a engañar a muchos con señales y falsos milagros. Engañará con toda clase de mentiras a los que no quisieron amar y aceptar el verdadero mensaje de Jesucristo; mensaje que podría haberlos salvado del castigo que recibirán. Dios permitirá que ese hombre mentiroso y malvado los engañe, para que acepten lo que es falso. Así Dios castigará a todos los que no han querido creer en el verdadero mensaje y disfrutan haciendo el mal. Pero cuando el Señor Jesús vuelva con todo su poder y su gloria, destruirá con el soplo de su boca al hombre malvado y le quitará su poder.
Luego vi unos tronos y a los que estaban sentados sobre esos tronos se les dio poder para juzgar. Y vi también los que habían sido asesinados por mantenerse fieles a la enseñanza de Jesús y al mensaje de Dios. Ellos no habían adorado al monstruo ni a su estatua, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en las manos. Todos ellos volvieron a vivir y reinaron con el Mesías durante mil años.