Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Daniel 10:12 - Biblia Lenguaje Básico

12-14 Pero me dijo: —Daniel, no tengas miedo. Dios ha escuchado tus oraciones desde el primer día, cuando trataste de entender ese sueño tan difícil y te humillaste ante él. Por eso Dios me ha enviado a decirte que tú has visto lo que va a pasarle a tu pueblo en el futuro. Yo iba a venir antes, pero no pude hacerlo porque, durante veintiún días, el ángel encargado de cuidar el reino de Persia me lo impidió. Yo me había quedado solo, junto a los reyes de Persia, pero vino en mi ayuda Miguel, uno de los ángeles más importantes de todos.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Entonces dijo: «No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que comenzaste a orar para recibir entendimiento y a humillarte delante de tu Dios, tu petición fue escuchada en el cielo. He venido en respuesta a tu oración;

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Luego añadió: 'No tengas miedo, Daniel, porque desde el primer día en que trataste de comprender y de humillarte ante la mirada de tu Dios, tus palabras fueron escuchadas y por eso vine yo en persona'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Él prosiguió: 'No temas, Daniel, porque desde el primer día en que intentaste comprender y te humillaste ante tu Dios, fueron oídas tus palabras, y por causa de ellas he venido yo a ti.

Gade chapit la Kopi




Daniel 10:12
26 Referans Kwoze  

El amor que siento por tu Templo me quema como un fuego; por eso me siento ofendido cuando te ofenden a ti.


y decid a los cobardes: «¡Animaos, no tengáis miedo! Dios viene a salvaros, y a castigar a vuestros enemigos».


Por tanto, no tengáis miedo, pues yo soy vuestro Dios y estoy a vuestro lado. Mi mano victoriosa os dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre os dará su apoyo.


Vosotros, israelitas, sois un pueblo débil y pequeño; pero no tengáis miedo, porque yo soy vuestro Dios, el Santo de Israel que os auxilia y os libera.


«Si me llaman, les responderé; si me piden ayuda, les diré: "Aquí estoy". Si dejan de maltratar a los demás y no los insultan ni los maldicen,


Antes de que me llamen, yo les responderé; antes de que terminen de hablar, ya los habré escuchado.


Entonces me dijo: —Daniel, levántate y escucha bien lo que voy a decirte. Dios te ama, y por eso me ha enviado a darte un mensaje. Mientras hablaba conmigo, yo me puse de pie, aunque seguía temblando.


Me dijo: —¡No tengas miedo, ni te preocupes de nada! ¡Alégrate y ten valor, pues Dios te ama! Y mientras me decía esto, sentí que me volvían las fuerzas. Entonces le dije: —Mi señor, ahora puedes hablarme, pues ya tengo nuevas fuerzas.


Estas normas no solo son válidas para los israelitas, sino también para los extranjeros que residan entre vosotros. El día décimo del séptimo mes no deberéis comer nada ni haréis ningún trabajo. Será un día de descanso completo y de ayuno, pues en ese día yo os perdonaré todos vuestros pecados.


El día diez del mes séptimo ayunaréis y nadie trabajará; sino que todo el pueblo se reunirá en asamblea para adorarme.


Jesús les dijo: —No tengáis miedo. Id a decir a mis discípulos que vayan a Galilea; allí me verán.


El ángel dijo a las mujeres: —No os asustéis. Sé que estáis buscando a Jesús, el que fue crucificado.


pero el joven les dijo: —No os asustéis. Estáis buscando a Jesús, el de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí; ha resucitado. Mirad el lugar donde pusieron su cuerpo.


Pero el ángel le dijo: —¡No tengas miedo, Zacarías! Dios ha escuchado tus oraciones. Tu mujer Elisabet tendrá un hijo, y lo llamarás Juan.


Entonces el ángel le dijo: —No tengas miedo, María, porque Dios te ha concedido su gracia.


pero el ángel les dijo: —No tengáis miedo. Os traigo una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo:


Pero Jesús les dijo: —¿Por qué estáis tan asustados? ¿Por qué os cuesta tanto creer?


El ángel me dijo: «Pablo, no tengas miedo, porque tienes que presentarte delante del emperador de Roma. Gracias a ti, Dios no dejará que muera ninguno de los que están en el barco».


Al verlo, caí a sus pies como muerto. Pero él puso su mano derecha sobre mí y me dijo: —No tengas miedo. Yo soy el primero y el último.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite