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Cantares 6:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 ¿Y quién es esta hermosura? Es admirable como la aurora, bella es, como la luna, y esplendorosa como el sol; majestuosa como un ejército con las banderas desplegadas.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 ¿Quién es esta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 «¿Quién es esa, que se levanta como la aurora, tan hermosa como la luna, tan resplandeciente como el sol, tan majestuosa como un ejército con sus estandartes desplegados al viento?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 ¿Quién es esta que surge como la aurora, bella como la luna, brillante como el sol, temible como un ejército?

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Coro ¿Quién es la que se asoma como el alba, Hermosa como la luna, Límpida como el sol, Imponente como un escuadrón abanderado?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 ¿Quién es aquélla que se alza como la aurora, hermosa como la luna, brillante como el sol, terrible como ejército formado bajo las banderas?

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Cantares 6:10
24 Referans Kwoze  

es como la luz cuando amanece, como sol radiante en mañana sin nubes que hace crecer la hierba después de la lluvia».


Tu vida será como la luz del mediodía y la noche se convertirá en amanecer.


El sol y la luna son dos astros maravillosos, pero jamás les he rendido culto, ni en público ni en secreto.


vais a estremeceros de miedo porque Dios está con los buenos.


La vida de las personas buenas es como la luz del amanecer que va siendo cada vez más brillante.


¡Tú eres bella, amada mía; eres muy bella! ¡Tus ojos son dos palomas!


¡Algo viene por el desierto! ¿Qué podrá ser? Parece una columna de humo que avanza entre aromas preciosos y toda clase de perfumes.


Eres bella, amada mía; bella como la ciudad de Tirsá, hermosa como Jerusalén, majestuosa como un ejército con las banderas desplegadas.


¿Quién es esa que viene por el desierto recostada sobre el hombro de su amado? ¿Quién podrá ser? Bajo un manzano te concibió tu madre, y allí mismo te dio a luz. ¡Bajo ese mismo manzano te desperté al amor!


Los que ayunan así brillarán como la luz de la aurora, y sus heridas sanarán muy pronto. Caminarán con rectitud y Dios los acompañará.


¿Quién es ese que llega desde Bosrá, la capital del reino de Edom, con las ropas teñidas de rojo? ¿Quién es ese que viene vestido de fiesta y avanza con una fuerza irresistible? Soy yo, el Dios de Israel, yo que anuncio la victoria y tengo poder para salvar.


Por eso el mensaje que os he dado por medio de mis profetas fue como un rayo destructor que os trajo la muerte; y es que lo que yo decido resplandece como la luz.


Pero los que han sido fieles a Dios brillarán como el sol en su reino. ¡Vosotros, si de verdad tenéis oídos, prestad atención!


Entonces, Jesús se transformó: Su cara brillaba como el sol, y su ropa se puso tan blanca como la luz del mediodía.


En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, que nos amó, nos dará la victoria total.


De esta manera Cristo se preparó una Iglesia gloriosa, apartada del mal y perfecta, como un vestido sin una sola arruga, ni mancha, ni nada parecido.


En su mano derecha tenía siete estrellas y de su boca salía una espada cortante y de doble filo. Su cara brillaba como el sol de mediodía.


Luego vi a otro ángel poderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arco iris adornaba su cabeza; su cara brillaba como el sol y sus piernas eran como dos columnas de fuego.


Luego apareció en el cielo una señal grande y misteriosa: una mujer envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de sus pies y llevaba en la cabeza una corona con doce estrellas.


La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lámpara.


Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para que diga a las iglesias todas estas cosas. Yo soy el descendiente del rey David; yo soy la estrella que brilla al amanecer.


Allí nunca será de noche y nunca nadie necesitará la luz de una lámpara ni la luz del sol, porque Dios el Señor los alumbrará, y ellos reinarán para siempre.


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