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Apocalipsis 21:22 - Biblia Lenguaje Básico

22 En la ciudad no vi ningún templo, porque su Templo son el Señor, el Dios todopoderoso, y el Cordero.

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Biblia Reina Valera 1960

22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 No vi ningún templo en la ciudad, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son el templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 No vi templo alguno en la ciudad, porque su templo es el Señor Dios, el Todopoderoso, y el Cordero.

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Y no vi en ella santuario, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero, es el santuario de ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 No vi santuario en ella, porque su santuario es el Señor, Dios todopoderoso, y el Cordero.

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Apocalipsis 21:22
25 Referans Kwoze  

Pero, ¿podrás acaso, Dios mío, habitar en la tierra? Si la inmensidad de los cielos no es suficiente para contenerte, mucho menos lo será este Templo que te he construido.


Si la inmensidad de los cielos no es suficiente para contenerte, mucho menos lo será este Templo que te he construido.


Así dice Dios: «El cielo es mi trono y sobre la tierra apoyo mis pies. ¿Cómo pretendéis construirme un templo para que yo viva en él?


Entonces él les dijo: —¿Veis todos estos edificios? Os aseguro que todos ellos serán destruidos. ¡Ni una sola pared quedará en pie!


Mi Padre y yo somos uno solo.


Si yo hago que la gente vea lo grande y poderoso que es Dios, entonces Dios hará que la gente también vea lo poderoso y grande que soy yo. Y Dios hará esto pronto.


Jesús le contestó: —Créeme, mujer, pronto llegará el tiempo cuando nadie tendrá que venir a este monte ni ir a Jerusalén para adorar a Dios.


Dios es espíritu, y los que lo adoran deben ser guiados por el Espíritu para que lo adoren como es debido. Se acerca el tiempo, mejor dicho, ya está aquí, en que los que rindan al Padre un culto verdadero, lo harán guiados por el Espíritu y la verdad, porque es así como el Padre quiere ser adorado.


Dios, en efecto, ha querido que resida en Cristo todo el poder,


Cristo, que se ha hecho hombre, es completamente igual a Dios


Yo soy el principio y el fin —dice el Señor, que es Dios—, el que existe, siempre ha existido y está a punto de llegar, el que todo lo puede.


diciendo: —Señor, Dios todopoderoso, tú existes y siempre has existido. Gracias porque has demostrado tu gran poder y porque has comenzado a reinar.


Estos son los que no adoraron a dioses falsos ni fueron infieles a Dios. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va y han sido salvados para ser el primer fruto ofrecido a Dios y al Cordero.


y acompañándose con ellas cantaban el canto de Moisés dedicado al Cordero. Decían: —Señor, Dios todopoderoso, todo lo que tú haces es grande y maravilloso. Tú eres el Rey del mundo, todo lo que haces es justo y correcto.


Eran espíritus de demonios que hacían prodigios. Salieron para reunir a todos los reyes del mundo a fin de participar en la gran batalla que iba a tener lugar el día del Dios todopoderoso.


Y escuché una voz que salía del altar y decía: —Sí, Señor Dios todopoderoso, tus castigos son correctos y justos.


De su boca salía una espada afilada para herir con ella a las naciones. Y las gobernará con fuerza y él mismo pisará las uvas en el lagar para sacar el vino que representa la terrible ira del Dios todopoderoso.


Cada uno de estos seres vivientes tenía seis alas y estaban llenos de ojos, por fuera y por dentro, y no dejaban de cantar de día y de noche: —Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que existe, ha existido y está a punto de llegar.


Entonces vi un Cordero cerca del trono. En el cuerpo llevaba las marcas de haber sido sacrificado. Estaba de pie, rodeado por los cuatro seres vivientes y por los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos y siete ojos que son los siete espíritus de Dios, enviados para recorrer toda la tierra.


Por eso están ahora delante del trono de Dios y día y noche le rinden culto en su Templo. Dios, el que está sentado en el trono, estará con ellos y los protegerá.


Dios secará todas sus lágrimas y los cuidará el Cordero que está en medio del trono, los conducirá como un pastor a pastos abundantes y los llevará a manantiales de agua que da vida.


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