Apocalipsis 2:26 - Biblia Lenguaje Básico26-28 A los que salgan vencedores les daré como señal de victoria la estrella de la mañana. Y les daré también poder sobre los países del mundo, así como mi Padre me dio ese poder a mí. Gobernarán a esos países tratándolos con dureza y haciéndolos pedazos como si fueran ollas de barro. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196026 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente26 A todos los que salgan vencedores y me obedezcan hasta el final: Les daré autoridad sobre todas las naciones. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)26 Al que venza y se mantenga en mis caminos hasta el fin, le daré poder sobre las naciones, Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion26 Al° que venza y al° que guarde mis obras hasta el fin, le daré autoridad sobre las naciones Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197526 Y al que venza y al que guarde mis obras hasta el final, le daré potestad sobre las naciones; Gade chapit la |
Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias. A los que salgan vencedores les daré a comer del maná escondido y les entregaré una piedra blanca. Sobre esa piedra está escrito un nuevo nombre que nadie conoce. Solamente lo conocerán los que reciban la piedra.
Luego vi unos tronos y a los que estaban sentados sobre esos tronos se les dio poder para juzgar. Y vi también los que habían sido asesinados por mantenerse fieles a la enseñanza de Jesús y al mensaje de Dios. Ellos no habían adorado al monstruo ni a su estatua, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en las manos. Todos ellos volvieron a vivir y reinaron con el Mesías durante mil años.
A los que salgan vencedores les daré un lugar importante en el templo de mi Dios y nunca tendrán que salir de allí. Grabaré sobre ellos el nombre de mi Dios y, junto a mi nombre nuevo, grabaré también el nombre de la ciudad de mi Dios, es decir, el nombre de la Nueva Jerusalén, que viene del cielo donde está mi Dios.