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Apocalipsis 18:20 - Biblia Lenguaje Básico

20 ¡Alegraos por su ruina los que vivís en el cielo! ¡Y alegraos también vosotros, santos, apóstoles y profetas, pues Dios la ha castigado por todo el mal que os ha hecho!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

20 Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros, santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha hecho justicia en ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 ¡Oh cielo, alégrate del destino de ella, y también ustedes pueblo de Dios, apóstoles y profetas! Pues al fin Dios la ha juzgado por amor a ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 ¡Alégrense por ella, cielos, y también ustedes los santos, los apóstoles y los profetas! Porque Dios les ha hecho justicia y le hizo pagar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 ¡Alégrate, oh cielo,° sobre ella, y también vosotros santos, apóstoles y profetas, porque en ella Dios ha juzgado vuestra causa!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Regocíjate por ella, cielo; y también los santos y los apóstoles y los profetas. Porque Dios ejecutó la sentencia que reclamábais contra ella''.

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Apocalipsis 18:20
26 Referans Kwoze  

Cuando la gente honrada ve esto, se llena de alegría, pero los malvados se quedan callados.


Pero si tú me bendices, no me importa que me maldigan. Mis enemigos quedarán avergonzados y a mí me llenarás de alegría.


¡Bendito seas, mi Dios, tú que eres mi fortaleza! ¡Alabado seas, mi Dios y Salvador!


Tu fama llega hasta el fin del mundo; por todas partes se habla bien de ti. Todas tus acciones son justas.


Antes de que se den cuenta, ¡haz que ardan como espinos! ¡Haz que el viento los arrastre, aunque todavía estén con vida!


Dios mío, tú eres el juez de la tierra; ¡hazte presente, entra en acción y castiga a los culpables! ¡Da su merecido a los soberbios!


Cuando los buenos triunfan, la ciudad se alegra; cuando los malvados mueren, todo el mundo hace fiesta.


Dios saldrá de su palacio y castigará por su maldad a los que habitan la tierra. Los crímenes de los violentos no quedarán sin castigo.


¡Gritad, cielos, de alegría por todo lo que Dios ha hecho! ¡Montes y árboles del bosque, cantad llenos de alegría! Dios ha mostrado su tremendo poder, dando libertad a su pueblo Israel.


¡Cielos, gritad de alegría! ¡Tierra, alégrate mucho! ¡Montes, lanzad gritos de felicidad! Porque yo, el único Dios, consuelo a mi pueblo y tengo compasión de los pobres».


No tenéis nada que temer, porque Dios, el rey de Israel, no volverá a castigaros; ha expulsado a vuestros enemigos, y ha anulado la condena dictada contra vosotros.


Todos los miembros de la Iglesia son como un edificio, el cual está construido sobre la enseñanza de los apóstoles y los profetas. En ese edificio Jesucristo es la piedra principal.


Se trata de un plan que no se dio a conocer a los que vivieron antes que nosotros; pero ahora, por medio de su Espíritu, Dios se lo ha mostrado a sus santos apóstoles y profetas.


Él fue quien dio a unos la capacidad de ser apóstoles; a otros, la de ser profetas; a otros, la de ser evangelistas; y a otros, la de ser pastores y maestros.


¡Voy a empapar mis flechas en la sangre de los prisioneros! ¡Voy a cortarles la cabeza a todos sus capitanes!".


No olvidéis el mensaje que los profetas de Dios os dieron hace mucho tiempo y recordad, sobre todo, el mandamiento que nos dio nuestro Señor y Salvador Jesucristo y que los apóstoles os enseñaron.


Pero vosotros, queridos hermanos, acordaos de lo que ya os habían dicho los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.


¡Que se alegren los cielos y todos los que allí viven! Pero ¡qué mal les va a ir a los que viven en la tierra y a los que habitan en el mar! El diablo está enfurecido y ha bajado a la tierra al saber que le queda poco tiempo.


Devolvedle todo el mal que ella hizo con otros; hacedle pagar el doble de todo lo malo que ha hecho; Haced que pase dos veces por la misma amarga experiencia que otros tuvieron por su culpa.


Decían con fuerte voz: —Dios todopoderoso, tú eres santo y siempre dices la verdad. ¿Cuándo nos harás justicia y vengarás la muerte que nos dieron los habitantes de la tierra?


Que sean, oh Dios, destruidos todos tus enemigos, pero que tus amigos brillen como el sol de mediodía! Después de eso hubo cuarenta años de paz en todo el territorio.


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