13 cargamentos de canela y de especias aromáticas, perfumes y aceites perfumados; cargamentos de vino, aceite, harina fina y trigo; cargamentos de ganado: ovejas, caballos; y también carrozas, esclavos y hasta seres humanos.
13 y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres.
13 y de canela, y de especia, e incienso, y mirra, y olíbano, y de vino y aceite, y de flor de harina y trigo, y de bestias de carga, y de ovejas, y de caballos, y de carros, y de esclavos,° y de almas de hombres.
13 canela y plantas olorosas; perfumes, mirra e incienso; vino y aceite; flor de harina y trigo; ganado mayor y ovejas; caballos y carros, siervos y esclavos;
Después, la reina de Sabá regaló a Salomón tres mil novecientos sesenta kilos de oro, y gran cantidad de perfumes y piedras preciosas. Además, en los barcos de Jirán, que habían traído desde Ofir el oro para Salomón, trajeron también gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas. Con esa madera el rey hizo barandas para el Templo de Dios y para el palacio real, así como arpas y liras para los músicos. Nunca antes se había visto tanto perfume y tanta madera de sándalo en Israel.
Después la reina de Sabá regaló a Salomón tres mil novecientos sesenta kilos de oro, y gran cantidad de perfumes y piedras preciosas. Además, los barcos de Jirán y los de Israel, que habían traído desde Ofir el oro para Salomón, trajeron también gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas. Con esa madera el rey hizo barandas para el Templo de Dios y para el palacio, así como arpas y liras para los músicos. Nunca antes se había visto algo así en el territorio de Judá.
y les dije: —Nosotros hemos estado haciendo todo lo posible por rescatar a nuestros compatriotas que fueron vendidos como esclavos a otras naciones. Ahora vosotros los estáis obligando a venderse de nuevo, con lo que nosotros tendremos que volver a rescatarlos. Ellos no supieron qué responder, así que se quedaron en silencio.
Esto es lo que Dios dice: «¿Existe, israelitas, un documento en el que diga que yo os he rechazado? Si os abandoné y os vendí como esclavos, no fue para pagar ninguna deuda; lo hice a causa de vuestros pecados.
Esto dice el Dios de Israel: Vosotros, habitantes de Israel, habéis llegado al colmo de la maldad. Por eso, ¡no os perdonaré! Vendéis al que es bueno por unas cuantas monedas, y al que es pobre por un par de zapatos;
Cualquiera que secuestre a otra persona para venderla o convertirla en esclava, será condenado a muerte. No permitáis que en vuestro país se cometa esa maldad.
Aunque Dios os prometió que nunca volveríais a Egipto, él hará que volváis allí en barco y que seáis puestos a la venta, como esclavos, pero nadie querrá compraros.
Son para los que tienen relaciones sexuales prohibidas y para los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres; para los secuestradores y los mentirosos y para los que juran decir la verdad pero luego mienten. En fin, las leyes son para corregir a los que no están de acuerdo con la correcta enseñanza
Esos falsos maestros desearán tener cada vez más dinero y tratarán de explotaros a base de mentiras. Pero Dios ha decidido castigarlos desde hace mucho tiempo y no se salvarán de ese castigo.
Y los comerciantes, que se hicieron ricos vendiendo todo esto a Babilonia, se mantendrán alejados temblando de miedo al ver su castigo. Y entre lágrimas y lamentos