Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Apocalipsis 14:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Los ciento cuarenta y cuatro mil estaban de pie delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los veinticuatro ancianos, y cantaban una canción que nunca antes se había escuchado. Nadie podía aprender la letra de aquella canción, a no ser los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron salvados de entre la gente de este mundo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Ese gran coro entonaba un nuevo canto maravilloso delante del trono de Dios y delante de los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos. Nadie podía aprender ese canto aparte de los 144.000 que habían sido rescatados de la tierra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Cantan un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender aquel canto, a excepción de los ciento cuarenta y cuatro mil que han sido rescatados de la tierra.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Y cantan como° un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil, los que habían sido rescatados de la tierra.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Cantan un cántico nuevo ante el trono y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos y nadie podía aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra.

Gade chapit la Kopi




Apocalipsis 14:3
17 Referans Kwoze  

Dios mío, voy a cantarte un nuevo canto; voy a cantarte himnos acompañándolos con el arpa.


¡Aleluya! ¡Alabemos a Dios todos juntos, pues somos su pueblo fiel! ¡Cantémosle un cántico nuevo!


Tú, mi Dios, te haces amigo de aquellos que te honran y les das a conocer tu pacto.


Cantadle un cántico nuevo, utilizad buena música y aclamadlo llenos de alegría.


Mi vida corría peligro y él me libró de la muerte; me puso sobre una roca, me colocó en lugar seguro.


¡Venid, habitantes de este mundo! Cantad a Dios un nuevo salmo,


Salmo. ¡Cantad a Dios un nuevo salmo! ¡Él hace grandes maravillas! Con su brazo santo y poderoso venció a sus enemigos.


Cantad a Dios una canción nueva; alabadlo las más lejanas naciones. Que lo alabe el mar y todo lo que hay en él. Que lo alaben los pueblos lejanos y todos sus habitantes.


Hay quienes piensan que hablar de la muerte de Cristo en la cruz es una tontería. Pero los que opinan así no se salvarán, pues viven haciendo el mal. Sin embargo, para los que sí van a salvarse, es decir, para nosotros, ese mensaje está apoyado en el poder de Dios.


Los que no tienen este Espíritu no aceptan las enseñanzas espirituales, pues las consideran una tontería. Y tampoco pueden entenderlas, porque no tienen el Espíritu de Dios.


Entonces miré y vi al Cordero de pie en el monte Sion. Junto a él estaban ciento cuarenta y cuatro mil seguidores suyos, que tenían escritos en la frente los nombres del Cordero y del Padre.


y acompañándose con ellas cantaban el canto de Moisés dedicado al Cordero. Decían: —Señor, Dios todopoderoso, todo lo que tú haces es grande y maravilloso. Tú eres el Rey del mundo, todo lo que haces es justo y correcto.


Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias. A los que salgan vencedores les daré a comer del maná escondido y les entregaré una piedra blanca. Sobre esa piedra está escrito un nuevo nombre que nadie conoce. Solamente lo conocerán los que reciban la piedra.


Y todos ellos cantaban un cántico nuevo que decía: —Solo tú mereces tomar el libro y romper sus sellos. Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación.


Luego oí el número de los marcados de las doce tribus de Israel, es decir, de Judá, Rubén, Gad, Aser, Neftalí, Manasés, Simeón, Leví, Isacar, Zabulón, José y Benjamín. De cada una de las doce tribus fueron marcados doce mil, es decir, un total de ciento cuarenta y cuatro mil.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite