Apocalipsis 14:1 - Biblia Lenguaje Básico1 Entonces miré y vi al Cordero de pie en el monte Sion. Junto a él estaban ciento cuarenta y cuatro mil seguidores suyos, que tenían escritos en la frente los nombres del Cordero y del Padre. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19601 Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente1 Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144.000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)1 Tuve otra visión: el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión y lo rodeaban ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion1 Y miré, y he aquí el Cordero en pie sobre el monte Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes.° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19751 Miré y apareció el Cordero, de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían su nombre y el nombre de su Padre escrito en la frente. Gade chapit la |
Luego Dios me hizo estas preguntas: —Jeremías, dime, ¿qué ves? Yo le respondí: —Veo la rama de un almendro que es el primer árbol en florecer. Entonces me dijo: —Tienes razón. Pues también yo soy el primero en hacer cumplir mis palabras. Pero, ¿qué más ves? Le respondí: —Veo una olla hirviendo, que está por volcarse desde el norte.
Los ciento cuarenta y cuatro mil estaban de pie delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los veinticuatro ancianos, y cantaban una canción que nunca antes se había escuchado. Nadie podía aprender la letra de aquella canción, a no ser los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron salvados de entre la gente de este mundo.
A los que salgan vencedores les daré un lugar importante en el templo de mi Dios y nunca tendrán que salir de allí. Grabaré sobre ellos el nombre de mi Dios y, junto a mi nombre nuevo, grabaré también el nombre de la ciudad de mi Dios, es decir, el nombre de la Nueva Jerusalén, que viene del cielo donde está mi Dios.