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2 Timoteo 1:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Recuerdo que tu abuela Loida y tu madre Eunice creyeron sinceramente en Dios y estoy seguro de que también tú tienes esa misma fe.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Recuerdo tu fe sincera. Así eran tu abuela Loide y tu madre, Eunice, y estoy convencido de que la recibiste de ellas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 teniendo vivo el recuerdo° de la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida° y en tu madre° Eunice, y he sido persuadido° de que en ti también.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Me acuerdo mucho de la sinceridad de tu fe, la misma que animó primero a tu abuela Loide y a tu madre Eunice, y estoy seguro de que también a ti.

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2 Timoteo 1:5
25 Referans Kwoze  

Oración de David. Dios mío, escucha mis ruegos, atiende mi justa petición pues yo no he mentido.


Dios mío, tú me libras de la gente que anda buscando pelea; me hiciste jefe de naciones, y gente extraña que yo no conocía ahora está dispuesta a servirme. Tan pronto esos extranjeros me oyen, se desaniman por completo y salen temblando de sus escondites dispuestos a obedecerme.


Lo cierto es que fuiste tú quien me hizo nacer, fuiste tú quien me hizo descansar en los brazos de mi madre.


¡Alabad su poder; todo lo que ha hecho es maravilloso! ¡Sus enemigos se rinden ante él!


Por las noches me pongo a pensar; recuerdo los tiempos pasados, los años que se han ido y entonces me pregunto:


¡En muy poco tiempo derrotaría yo a sus enemigos y los aplastaría con mi poder!


Dirige a mí tu mirada y ten compasión de mí. Soy tu siervo más humilde, ¡concédeme tu fuerza y ven a salvarme!


Para colmo de males, Judá quiso engañarme diciendo que se había arrepentido. Pero no era verdad. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: —Aquí viene un verdadero israelita, un hombre realmente sincero.


Pablo siguió su viaje y llegó a las ciudades de Derbe y de Listra. Vivía en Listra un joven llamado Timoteo, que era seguidor de Jesús. La madre de Timoteo era una cristiana de origen judío, y su padre era pagano de origen griego.


El rey Agripa sabe mucho acerca de todo esto, y por eso hablo con tanta confianza delante de él. Estoy seguro de que él sabe todo esto, pues se trata de cosas que han sucedido a la vista de todos.


A mí, nuestro Señor Jesús me ha enseñado que ningún alimento es malo en sí mismo. Pero si alguien piensa que alguna comida no se debe comer, entonces no debe comerla.


Permitidme daros otro ejemplo. Hay algunos que piensan que ciertos días son especiales, mientras que para otras personas todos los días son iguales. Cada uno debe actuar según le dicte su conciencia.


Hermanos míos, estoy seguro de que sois muy buenos y estáis llenos de conocimientos, pues sabéis aconsejaros unos a otros.


Abrahán estaba completamente seguro de que Dios tenía poder para cumplir su promesa.


Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro,


A pesar de todo eso, nuestra conducta ha sido impecable. Conocemos la verdad, somos pacientes y amables, el Espíritu Santo actúa en nuestra vida y amamos de verdad.


Por eso te pido que les enseñes a amar con un corazón puro, con una conciencia tranquila y con una fe sincera.


Si enseñas la verdad a los hermanos, serás un buen siervo de Jesucristo. Estudiar y obedecer las enseñanzas cristianas, como tú lo haces, es lo mismo que alimentarse bien.


Por eso mismo estoy sufriendo ahora. Pero no me avergüenzo de lo que me pasa, porque yo sé bien en quién he puesto mi confianza. Estoy seguro de que él tiene poder para hacer que la buena noticia se siga anunciando hasta que llegue el fin del mundo.


Recuerda que desde niño has leído las sagradas Escrituras y que sus enseñanzas pueden hacerte sabio y conducirte a la salvación por medio de la fe en Jesucristo.


Todas las personas que hemos mencionado murieron sin recibir las cosas que Dios les había prometido. Pero como tenían fe en Dios, las vieron desde lejos y se alegraron, pues sabían que en este mundo estaban de paso y eran como extranjeros.


Mis queridos hermanos, aunque os decimos estas cosas, estamos seguros de que no habéis dejado de creer, y camináis, por tanto, hacia la salvación.


Ahora obedecéis el verdadero mensaje de Dios y habéis suprimido todo lo que impide que os améis unos a otros como hermanos. Así que, amaos sinceramente unos a otros, con todo vuestro corazón y con todas vuestras fuerzas.


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