Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Samuel 7:18 - Biblia Lenguaje Básico

18 Entonces el rey David fue a la tienda donde estaba el Arca, se sentó delante de Dios y le dijo: —Señor y Dios mío, ¿cómo puedes darme todo esto, si mi familia y yo valemos tan poco?

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Entonces el rey David entró y se sentó delante del Señor y oró: «¿Quién soy yo, oh Señor Soberano, y qué es mi familia para que me hayas traído hasta aquí?

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Entonces el rey David fue a sentarse ante Yavé: '¿Quién soy yo Señor Yavé? ¿Qué es mi familia para que me hayas conducido hasta acá?'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Entonces el rey David vino a sentarse ante YHVH y dijo: ¡Oh Adonay YHVH! ¿Quién soy yo y qué es mi casa, para que me hayas traído hasta aquí?

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Entró luego el rey David, se puso ante Yahveh y exclamó: '¿Quién soy yo, Señor Yahveh, y qué es mi casa, para que me hayas hecho llegar hasta aquí?

Gade chapit la Kopi




2 Samuel 7:18
15 Referans Kwoze  

Siempre me tratas con mucha bondad, aunque no lo merezco, pues no soy más que un siervo tuyo. Cuando crucé el río Jordán, solo tenía un palo para defenderme, pero ahora tengo gente y ganado para formar dos grupos.


Tú me prometiste que me iría bien, y que mis descendientes llegarían a ser como la arena del mar, que no se puede contar. ¡Líbrame ahora de mi hermano Esaú! Tengo miedo de que venga y nos mate a todos.


Dios ha hecho un pacto conmigo; un pacto seguro y bien hecho que durará para siempre. Por eso mi descendencia siempre estará segura, y Dios me concederá la victoria haciendo que se cumplan mis deseos.


Natán comunicó a David estas palabras que Dios le había revelado.


Entonces el rey David fue a la Tienda donde estaba el Arca del pacto, se sentó delante de Dios y le dijo: —Señor y Dios mío, ¿cómo puedes darme todo esto si mi familia y yo valemos tan poco?


«Dios nuestro, todo lo que hemos dado para construirte un Templo, en realidad te pertenece a ti. Todo es tuyo; tú nos lo diste y ahora te devolvemos lo que de ti habíamos recibido. Además, ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para poder hacerte estas ofrendas? Lo mismo que nuestros antepasados, somos ante ti como gente extranjera que va de paso. Nuestra vida sobre la tierra es como una sombra, sin esperanza alguna.


Cuando contemplo el cielo, la luna y las estrellas que tú mismo hiciste,


Moisés contestó: —¿Y quién soy yo para ir ante el faraón y decirle: «Voy a sacar de aquí a los israelitas»?


Ezequías tomó la carta y la leyó. Luego fue al Templo, extendió la carta delante de Dios


Gedeón preguntó: —Pero mi Dios, ¿cómo podré librar a los israelitas? Mi grupo familiar es el más insignificante de la tribu de Manasés, y yo soy el menos importante de toda mi familia.


Entonces Rut, en señal de respeto, se inclinó tocando el suelo con la frente y preguntó a Boaz: —¿Por qué eres tan amable conmigo? ¿Por qué te preocupas tanto por mí, si soy una simple extranjera?


Samuel le contestó: —Aunque tú mismo reconocías que no valías gran cosa, Dios te hizo rey de Israel.


David le contestó: —Ni mi familia ni yo merecemos ser parientes del rey.


Saúl, sorprendido, le contestó: —¿Por qué me dices esto? La tribu de Benjamín, a la que pertenezco, es la más pequeña en Israel, y mi familia es la menos importante de esa tribu.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite