2 Samuel 6:7 - Biblia Lenguaje Básico

⁷ pero Dios se enfureció mucho contra él por haber tocado el Arca, y allí mismo golpeó a Uzá y le quitó la vida.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Entonces se encendió el enojo del Señor contra Uza, y Dios lo hirió de muerte debido a lo que hizo. Así fue como Uza murió allí mismo junto al arca de Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Entonces Yavé se enojó con Uza y Dios lo hirió allí mismo; murió al lado del Arca de Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Y la ira de YHVH se encendió contra Uza, y Ha-’Elohim lo hirió allí por aquella temeridad, y allí cayó muerto, junto al Arca de Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Entonces la ira de Yahveh se encendió contra Uzá y Dios lo mató por aquella falta. Murió allí mismo, junto al arca de Dios.

2 Samuel 6:7 Referans Kwoze

2 Samuel 6:8

David se entristeció mucho porque Dios había quitado la vida a Uzá, y por eso llamó a ese lugar Peres Uzá.

1 Crónicas 13:10

pero Dios se enfadó mucho con Uzá por haber tocado el Arca con la mano y allí mismo hizo que muriera. David se entristeció mucho porque Dios le había quitado la vida a Uzá, y por eso llamó a ese lugar Peres Uzá.

Números 1:51

Además, los de la tribu de Leví desmontarán la santa Morada cuando el pueblo se ponga en marcha y, cuando se detenga, la montarán de nuevo. Toda persona que se acerque a la Morada sin ser de la tribu de Leví, morirá.

Números 4:15

Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de envolver todo lo que se usa en el santuario y se pongan en camino, entonces vendrán los de la familia de Queat y cargarán con todo ello. Pero deberán tener cuidado de no tocar ningún objeto sagrado, pues si lo hacen morirán. Este es el trabajo que harán los descendientes de Queat en la Tienda del encuentro.

1 Samuel 6:19

Pero mientras el Arca estuvo en Bet Semes algunos se atrevieron a curiosear lo que tenía dentro, por lo que Dios castigó con la muerte a setenta habitantes de Bet Semes. Los del pueblo lo sintieron mucho