2 Samuel 3:31 - Biblia Lenguaje Básico31-34 Luego David dijo a Joab y a todos los que estaban con él: —Rasgad la ropa que lleváis puesta, vestíos con ropas ásperas y llorad por Abner. Abner fue enterrado en Hebrón. El día que lo enterraron, el propio rey David iba detrás del féretro. El rey y toda la gente lloraban desconsoladamente ante la tumba de Abner. Y el rey entonó esta lamentación: «¿Por qué ha tenido Abner que morir de forma tan absurda? Si no tenías las manos atadas ni los pies encadenados, ¿por qué tuviste que morir asesinado?». La gente no dejaba de llorar por Abner, Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196031 Entonces dijo David a Joab, y a todo el pueblo que con él estaba: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente31 Entonces David les dijo a Joab y a todos los que estaban con él: «Rásguense la ropa, pónganse tela áspera y hagan duelo por Abner». El rey David en persona caminó detrás del cortejo fúnebre hasta la tumba. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)31 David dijo después a Joab y a toda la gente que estaba a su alrededor: 'Rasguen sus ropas, pónganse sacos en su cintura y hagan duelo por Abner'. El rey David iba detrás del cadáver. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion31 Después David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: ¡Rasgad vuestros vestidos, ceñíos sacos y haced duelo por Abner! Y el propio rey David iba detrás del féretro. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197531 Dijo luego David a Joab y a toda la gente que con él estaba: 'Rasgad vuestras vestiduras y ceñíos de saco en señal de duelo por Abner'. Y el mismo rey David fue andando detrás del féretro. Gade chapit la |
De nuevo David le preguntó: —¿De dónde dices que eres? Él respondió: —Soy hijo de un amalecita que vino a vivir en Israel. Entonces David le dijo: —¿Y cómo te atreviste a rematar a quien Dios eligió como rey de su pueblo? Tú mismo reconoces tu culpa al decir: «Yo maté al elegido de Dios». Enseguida ordenó David a uno de sus oficiales que diera muerte al amalecita, y así lo hizo el oficial. A continuación David y todos los que estaban con él, rasgaron sus ropas para mostrar su tristeza por la muerte de Saúl y Jonatán y por la de todos los israelitas caídos en el campo de batalla. Luego rompieron a llorar y ayunaron durante todo el día.