Mientras tanto Abner, que era hijo de Ner y había sido jefe del ejército de Saúl, se llevó a Isbóset al pueblo de Majanáin. Como Isbóset era hijo de Saúl, allí lo proclamó rey de todo Israel. Así fue como Isbóset reinó sobre Galaad, Gesuri, Jezrael, Efraín y Benjamín. Isbóset tenía cuarenta años cuando comenzó a reinar, pero solo reinó dos años. Los únicos que reconocieron a David como rey fueron los de la tribu de Judá.