2 Samuel 3:1 - Biblia Lenguaje Básico

¹ La guerra entre las familias de Saúl y de David duró mucho tiempo; pero mientras David iba haciéndose cada día más fuerte, la familia de Saúl se debilitaba más y más.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, y la casa de Saúl se iba debilitando.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Este fue el comienzo de una larga guerra entre los que eran leales a Saúl y los que eran leales a David. Con el paso del tiempo, David se volvió cada vez más fuerte, mientras que la dinastía de Saúl se iba debilitando.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ La guerra entre la casa de Saúl y la de David se prolongó. David se iba imponiendo cada vez más, mientras que el partido de Saúl se desmoronaba.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ La guerra entre la casa de Saúl y la casa de David fue larga, pero David se fortalecía, en tanto que la casa de Saúl se debilitaba cada vez más.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Prolongada fue la guerra entre la casa de Saúl y la de David. Pero David se hacía cada vez más fuerte, mientras la casa de Saúl se iba debilitando.

2 Samuel 3:1 Referans Kwoze

Génesis 3:15

Haré que tú y la mujer, seáis enemigas; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un descendiente suyo te aplastará la cabeza y tú le morderás el talón.

2 Samuel 2:17

Comenzó entonces un duro combate entre los soldados de uno y otro bando, y los de David derrotaron a los de Abner.

2 Samuel 2:28

Enseguida Joab tocó la trompeta y sus soldados dejaron de perseguir a los israelitas, terminando toda lucha a partir de ese momento.

2 Samuel 22:44

Tú, Dios mío, me has librado de la gente de mi pueblo que anda buscando pelea; me hiciste jefe de naciones, y gente extraña que yo no conocía está dispuesta ahora a servirme. En cuanto esos extranjeros me oyen, se desaniman por completo y temblando salen de sus escondites dispuestos a obedecerme.

2 Samuel 3:6

Como la guerra continuaba entre los seguidores de Saúl y los de David, Abner fue haciéndose más poderoso cada día dentro de la familia de Saúl. Hasta llegó a tener relaciones sexuales con Rispá hija de Ayá, que había sido mujer de Saúl. Isbóset le preguntó a Abner: —¿Por qué te has acostado con la mujer de mi padre?

2 Samuel 5:10

Cada día David tenía más y más poder, pues Dios todopoderoso lo ayudaba. David sabía que Dios le había dado ese poder, y que lo había hecho rey de Israel por amor a su pueblo. Jirán, el rey de Tiro, envió mensajeros a David y con ellos envió expertos en trabajar con madera y piedra. Le envió también madera de cedro para que le hicieran a David un palacio en Jerusalén.

1 Reyes 14:30

Roboán y Jeroboán estuvieron continuamente en guerra.

1 Reyes 15:16

Asá y Basá, rey de Israel, estuvieron continuamente en guerra.

1 Reyes 15:32

Basá comenzó a reinar en Israel cuando Asá ya llevaba tres años reinando en Judá. La capital de su reino fue Tirsá, y su reinado duró veinticuatro años. Asá y Basá, rey de Israel, estuvieron continuamente en guerra.

1 Crónicas 11:9

Y cada día David tenía más y más poder, pues Dios todopoderoso estaba con él.

1 Crónicas 3:1

David reinó en Hebrón siete años y seis meses. Allí nacieron sus primeros seis hijos, en este orden: Con Ajinoán, su mujer de Jezrael, tuvo a Amnón, su primmer hijo. Con Abigail, la viuda de Nabal, el del Carmelo, tuvo a Daniel. Con Maacá, la hija de Talmay, rey de Guesur, tuvo a Absalón. Con Jaquit tuvo a Adonías. Con Abital tuvo a Sefatías. Con Eglá tuvo a Jitrán. Después de esto, David reinó en Jerusalén treinta y tres años, y allí tuvo trece hijos más, sin contar los hijos que tuvo con otras mujeres. Con Betsabé, hija de Amiel, tuvo cuatro hijos: Simeá, Sobab, Natán y Salomón. Los otros nueve hijos que tuvo David fueron: Jibjar, Elisamá, Elifélet, Nogah, Néfeg, Jafía, Elisamá, Elyadá y Elifélet. David también tuvo una hija llamada Tamar.

Ester 6:13

Al llegar a su casa les contó a su mujer Zeres y a sus amigos lo que le había ocurrido. Su mujer y sus amigos más sabios le decían: —Si ese Mardoqueo, ante el que has comenzado a perder autoridad, es judío, no pienses que lo podrás vencer. Terminarás fracasando.

Ester 9:4

pues ahora él tenía un puesto muy importante en el reino. Mardoqueo se hizo muy famoso en todas las provincias y cada vez tenía más poder.

Job 17:9

¡Cuando uno es honrado y no ha hecho nada malo, se mantendrá firme en su camino y cada vez se hará más fuerte!

Job 8:7

Tus primeras riquezas no serán nada, comparadas con las que tendrás después.

Salmos 18:43

Los convertí en polvo que se lleva el viento; los aplasté pisándolos como se pisa el barro de la calle.

Salmos 46:9

¡Venid y contemplad las grandes maravillas que Dios ha hecho en toda la tierra!

Salmos 84:7

Cuando cruzan el valle del Llanto, lo convierten en manantial; además, las lluvias de otoño lo cubren de bendiciones.

Gálatas 5:17

Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios y el Espíritu está en contra de esos malos deseos. Por lo tanto, no podéis hacer lo que se os antoje.

Efesios 6:12

Porque no luchamos contra gente de carne y hueso como nosotros, sino contra espíritus malvados e invisibles que imponen su autoridad, poder y dominio en un mundo tenebroso.

Apocalipsis 6:2

Miré entonces y vi salir un caballo blanco. El que lo montaba llevaba en la mano un arco y le dieron una corona. Había vencido a sus enemigos y salía dispuesto a seguir venciendo.