2 Samuel 2:18 - Biblia Lenguaje Básico18 Con Joab estaban sus hermanos Abisay y Asael. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196018 Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Este Asael era ligero de pies como una gacela del campo. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente18 Joab, Abisai y Asael —los tres hijos de Sarvia— estaban entre las fuerzas de David ese día. Asael podía correr como una gacela Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)18 Allí estaban los tres hijos de Seruya, Joab, Abisaí y Azael. Azael, que corría tan rápido como una gacela salvaje, Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion18 Y estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Y Asael era tan ligero de pies como las gacelas del campo. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197518 Estaban allí los tres hijos de Servia: Joab, Abisay y Asael. Asael tenía unos pies tan ligeros como los de una gacela del campo. Gade chapit la |
Además, como tú bien sabes, el general Joab, hijo de Seruyá, mató a Abner hijo de Ner, y a Amasá hijo de Jéter. Estos dos eran generales del ejército de Israel, pero Joab los asesinó en tiempos de paz, para vengar las muertes que hubo durante la guerra. Luego me hizo responsable de ese doble crimen, pero él es el culpable.
Estos son los nombres de los soldados más valientes del ejército: Asael, hermano de Joab; Eljanán, hijo de Dodó, de Belén; Samot, de Jarod; Jeles, el de Pélet; Irá, hijo de Iqués, de Tecoa; Abiezer, de Ananot; Sibcay, de Jusá; Ilay, de Ajoj; Maharay y Jéled, hijo de Baaná, de Netofá; Itay, hijo de Ribay, de Guibeá, en la tierra de Benjamín; Benaías, de Piratón; Juray, del valle de Gaas; Abiel, de Arbá; Asmávet, de Bajurín; Elyajbá, de Saalbón; los hijos de Jasén, de Guisón; Jonatán, hijo de Sagué, de Arar; Ajiáb, hijo de Sacar, de Arar; Elifal, hijo de Ur; Jéfer, de Mequerá; Ajías, el de Pélet; Jesró, de Carmel; Naaray, hijo de Ezbay; Joel, hermano de Natán; Mibjar, hijo de Agrí; Sélec, de Amón; Najeray, de Beerot, escudero de Joab, el hijo de Seruyá; Irá y Garreb, de Jatir; Urías, el hitita; Zabad, hijo de Ajlay; Adiná, hijo de Sizá y jefe de treinta rubenitas que estaban con él; Janán, hijo de Maacá; Josafat, el mitnita; Uzías, de Asterot; Samá y Jehiel, hijos de Jotán, de Aroer; Jediael y Jojá, el tizita, hijos de Simrí; Eliel, de Majanáin; Jeribay y Josavías, hijos de Elnaán; Jitmá, el moabita; Eliel, Obed y Jaasiel, de Sobá.
De la tribu de Gad hubo algunos hombres que se unieron a David cuando se refugió en el desierto. Eran soldados valientes, entrenados para la guerra, y que usaban muy bien el escudo y la lanza. Luchaban como leones y corrían como gacelas. Todos eran jefes del ejército; unos eran jefes de cien, y otros de mil. En cierta ocasión, estos hombres cruzaron el río Jordán e hicieron huir a todos los habitantes de los valles, tanto a oriente como a occidente. Esto sucedió al comienzo de la primavera, que es cuando el Jordán crece mucho y se desborda por todos lados. Los nombres de estos soldados eran: Ézer, que era el jefe de todos ellos y a quienes seguían, en orden de importancia, Abdías, Eliab, Mismaná, Jeremías, Atay, Eliel, Yojanán, Elzabad, Jeremías y Macbanay.
He podido contemplar también que en este mundo no son los más veloces los que ganan la carrera, ni tampoco son los más valientes los que ganan la batalla. No siempre los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes tienen mucho dinero, ni todo el mundo quiere a la gente bien preparada. En realidad, todos dependemos de un momento de suerte,