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2 Samuel 2:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Después de esto, David consultó a Dios: —¿Puedo regresar a alguna de las ciudades de Judá? Dios le respondió: —Claro que puedes regresar. Entonces David preguntó: —¿Y a qué ciudad iré? Dios le contestó: —Dirígete a Hebrón.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Después de esto, David le preguntó al Señor: —¿Debo regresar a alguna de las ciudades de Judá? —Sí —respondió el Señor. —¿A qué ciudad debo ir? —preguntó David. —A Hebrón —contestó el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Después de eso David consultó a Yavé: '¿Debo subir a una de las ciudades de Judá?' Yavé le respondió: 'Sube'. David añadió: 'A cuál?' Y Yavé respondió: 'A Hebrón'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Después de esto aconteció que David consultó a YHVH, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y YHVH le dijo: Sube. Y preguntó David: ¿A dónde subiré? Y Él respondió: A Hebrón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Después de esto, consultó David a Yahveh, diciendo: '¿He de subir a alguna de las ciudades de Judá?'. Yahveh le respondió: 'Sube'. David preguntó: '¿Adónde subiré?'. Y la respuesta fue: 'A Hebrón'.

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2 Samuel 2:1
26 Referans Kwoze  

Entonces Abrán levantó su campamento y se fue a vivir a Hebrón, junto al encinar de Mamré. Allí construyó un altar para adorar a Dios.


Cuando Jacob los vio, exclamó: —¡También en este lugar acampa Dios! Por eso llamó a aquel lugar «Dos campamentos».


Así pasaron cuatro años. Un día, Absalón dijo al rey: —Cuando yo vivía en Guesur, prometí a Dios que si él me permitía volver a Jerusalén, yo iría a Hebrón para ofrecerle un sacrificio. Te ruego que me dejes ir allí para cumplir mi promesa.


Estableció, pues, David su residencia en Hebrón y fue rey de Judá durante siete años y medio.


David volvió a consultar a Dios, y Dios le respondió: —No los ataques de frente; rodéalos y atácalos por detrás. Cuando llegues adonde están las moreras,


Fue rey de Israel durante cuarenta años. Siete de esos años reinó en Hebrón, y los otros treinta y tres, en Jerusalén.


Desde el comienzo del día, haz que experimente tu amor, pues he puesto en ti mi confianza; dime cómo debo comportarme, pues a ti dirijo mi oración.


Solo una cosa te pido, Dios mío, solo una cosa deseo: que me dejes vivir en tu Templo todos los días de mi vida para contemplar tu hermosura cuidando de tu Templo.


Además, los israelitas llegarán a ser un pueblo muy numeroso, pues así me lo han pedido. Ahora sus ciudades están desiertas, pero yo haré que vuelvan a llenarse de gente. Así como la ciudad se llenaba de ovejas en los días de fiestas, así se llenará de gente. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel.


Entraron por el desierto y llegaron hasta Hebrón, ciudad que había sido construida siete años antes que la ciudad egipcia de Soán. Los exploradores vieron que en Hebrón vivían Ajimán, Sesay y Talmay, que eran descendientes del gigante Anac.


Deberá presentarse ante el sacerdote Eleazar, quien me consultará por medio de las suertes lo que Josué debe hacer. Y tanto él como toda la comunidad harán lo que yo decida.


Dios había dicho a Josué: «Dale a Caleb, hijo de Jefuné, una parte del territorio de la tribu de Judá». Josué le asignó entonces la ciudad de Hebrón, que había fundado Arbá, el padre de la raza de gigantes.


Después de la muerte de Josué, los israelitas le preguntaron a Dios: —¿Cuál de nuestras tribus atacará primero a los cananeos?


Entonces consultaron a Dios si Saúl estaba allí, y Dios respondió que estaba escondido entre el equipaje.


Al enterarse, David consultó a Dios: —¿Debo atacar a los filisteos? Dios le contestó: —Sí, vete, atácalos y salva la ciudad de Queilá.


David volvió a consultar a Dios si debía ir o no, y Dios le contestó: —Ya te he dicho que vayas, pues yo te ayudaré a derrotar a los filisteos.


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