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2 Samuel 15:12 - Biblia Lenguaje Básico

12 Al mismo tiempo que ofrecía el sacrificio a Dios en Hebrón, Absalón mandó llamar a Ajitófel, que era uno de los consejeros de David y vivía en la ciudad de Guiló. Mientras tanto, cada día era más la gente que se unía a Absalón, de modo que la rebelión contra David fue cobrando fuerza.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y mientras Absalón ofrecía los sacrificios, llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo que seguía a Absalón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Mientras Absalón ofrecía los sacrificios, mandó a buscar a Ahitofel, uno de los consejeros de David que vivía en Gilo. En poco tiempo muchos más se unieron a Absalón, y la conspiración cobró fuerza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Mientras Absalón ofrecía sacrificios, mandó buscar a Guiló a un consejero de David que se llamaba Ajitofel de Guiló. La conspiración aumentaba día a día y los partidarios de Absalón iban siendo cada vez más numerosos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y mientras ofrecía los sacrificios, Absalón envió por Ahitofel gilonita, consejero de David, de su ciudad de Guilo. Y la conspiración llegó a ser fuerte, pues el pueblo iba aumentando a favor de Absalón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Mientras Absalón ofrecía sacrificios, mandó llamar de Guiló a Ajitófel, el guilonita, consejero de David. Fue así cobrando fuerza la conjura, porque iba en aumento el número de los seguidores de Absalón.

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2 Samuel 15:12
26 Referans Kwoze  

Más tarde, David supo que Ajitófel se había unido al grupo de traidores que andaban con Absalón. Entonces dijo: —Dios mío, te ruego que eches a perder los planes de Ajitófel.


Mientras tanto, Absalón, Ajitófel y sus muchos seguidores entraron en Jerusalén.


Absalón y todos los israelitas prefirieron seguir el consejo de Jusay, y no el de Ajitófel, porque Dios así lo había decidido para causar la ruina de Absalón.


Mientras tanto, como Ajitófel vio que Absalón no le había hecho caso, montó en su burro y regresó a su casa de Guiló. Al llegar, arregló sus asuntos familiares y luego se ahorcó. Así murió y fue enterrado en la tumba de su padre.


Elifélet, hijo de Ajasbay, de Maacá; Elián, hijo de Ajitófel, de Siló;


proclamaron el día de ayuno y presentaron a Nabot ante el pueblo reunido;


En las cartas les decía: —Proclamad un día de ayuno, convocad una reunión y haced que Nabot se presente ante todo el pueblo.


Hasta mi mejor amigo, en quien yo más confiaba y con quien compartía mi pan, se ha puesto en mi contra.


«Está en cama y no volverá a levantarse. ¡Un demonio lo ha atacado!».


A Dios no le gustan las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado las oraciones de la gente buena.


Dios aborrece los sacrificios que le ofrecen los malvados, sobre todo si lo ofrecen con mala intención.


¿De qué me sirve el incienso que me traen del reino de Sabá? ¿Para qué quiero la caña dulce que me traen de un país lejano? ¡Me disgustan todas vuestras ofrendas, no me agradan vuestros sacrificios!


Entonces Balaán dijo al rey Balac: —Levantame aquí siete altares para que yo presente siete toros y siete carneros como ofrenda a Dios.


Balac lo llevó al mirador de Zofín, a la parte más alta del monte Pisga. Allí construyó siete altares y en cada uno de ellos sacrificó un toro y un carnero.


Cuando Balac terminó de construir los altares, Balaán presentó como ofrenda un toro y un carnero en cada altar.


No estoy hablando de todos vosotros. Yo sé a quiénes elegí. Pero debe cumplirse lo que las Escrituras anunciaron: El que come conmigo se ha vuelto mi enemigo.


Dicen que conocen a Dios pero, cuando vemos el mal que hacen, sabemos que eso no es cierto. Son gente odiosa y rebelde, incapaz de hacer algo bueno.


Gosen, Jolón y Guiló. Eran once ciudades con sus aldeas.


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