2 Samuel 10:5 - Biblia Lenguaje Básico5 Como los mensajeros volvían muy avergonzados, al enterarse David de lo sucedido, les mandó a decir: —Quedaos en Jericó y no regreséis hasta que os crezca la barba. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19605 Cuando se le hizo saber esto a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó que les dijeran: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente5 Cuando llegó a oídos de David lo que había sucedido, envió mensajeros para decirles a los hombres: «Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba y luego regresen». Pues se sentían muy avergonzados de su aspecto. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)5 Al saber eso, David envió a alguien que fuera a encontrarlos, pues esos hombres estaban llenos de vergüenza. Les mandó decir: 'Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después regresen'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion5 Cuando informaron a David, él envió a encontrarlos, pues los hombres estaban muy avergonzados. Y el rey hizo decirles: Permaneced en Jericó hasta que crezca vuestra barba, entonces regresaréis. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19755 Se lo comunicaron a David, y éste mandó gente a su encuentro, porque los hombres estaban sobremanera avergonzados, para decirles de parte del rey: 'Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y después volveréis'. Gade chapit la |
Al darse cuenta los amonitas de que David se había enfadado mucho con ellos, contrataron a los arameos de Rejob y Sobá para que les ayudaran a luchar contra David. También contrataron a mil hombres del rey Maacá y a doce mil hombres de Tob. Los arameos enviaron a veinte mil soldados, que tomaron posiciones en el campo junto con los soldados de Tob y Maacá. Por su parte, los amonitas salieron a la guerra y se colocaron en orden de batalla a la entrada de la ciudad. Informado de ello, David envió a la batalla a Joab, junto con todo su ejército y sus mejores soldados.
Durante el reinado de Ajab, un hombre de la ciudad de Betel que se llamaba Jiel, reconstruyó la ciudad de Jericó. Cuando comenzó a reconstruirla, murió su hijo mayor llamado Abirán. Su hijo menor, llamado Segub, murió cuando puso las puertas de la ciudad. Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había dicho por medio de Josué, hijo de Nun.