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2 Reyes 8:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Dios había anunciado que todo el país iba a pasar hambre durante siete años. Por eso Eliseo aconsejó a la madre del niño que había resucitado: —Vete con tu familia a otro lugar.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo él había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú y toda tu casa a vivir donde puedas; porque Jehová ha llamado el hambre, la cual vendrá sobre la tierra por siete años.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Eliseo le había dicho a la madre del niño que él había resucitado: «Toma a tu familia y múdate a algún otro lugar, porque el Señor ha decretado que habrá hambre en Israel durante siete años».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: 'Levántate, sal con tu familia e instálate donde puedas, porque Yavé mandó que venga el hambre a este país y ya llegó. Durará siete años.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Y Eliseo había hablado a aquella mujer a cuyo hijo había resucitado, diciendo: Levántate y vete, tú y tu casa, y vive donde puedas,° porque YHVH ha llamado al hambre, la cual vendrá también sobre esta tierra por siete años.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Eliseo habló a la mujer a cuyo hijo él había resucitado y le dijo: 'Disponte a partir, tú con tu familia, y vete a vivir donde puedas, porque Yahveh ha llamado al hambre, que vendrá sobre este país por siete años'.

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2 Reyes 8:1
31 Referans Kwoze  

En aquel tiempo comenzó a faltar comida en toda la región de Canaán. Era tan grave la falta de alimentos que Abrán tuvo que irse a vivir a Egipto.


En aquel tiempo comenzó a faltar comida en toda la región de Canaán, tal como había pasado en tiempos de Abrahán. Era tan grave la falta de alimentos que Isaac pensó en irse a Egipto. Pero Dios se apareció a Isaac y le dijo: —No vayas a Egipto. Es mejor que vayas por algún tiempo a Guerar, donde vive Abimélec, rey de los filisteos. Yo prometo estar siempre contigo y bendecirte en todo. Además, a ti y a tus descendientes voy a daros todas estas tierras. Así cumpliré el juramento que le hice a tu padre Abrahán. Voy a hacer que tus descendientes sean tan numerosos como las estrellas del cielo. Por medio de ellos bendeciré a todas las naciones de la tierra, porque Abrahán me obedeció y cumplió con todo lo que le ordené. Así fue como Isaac se quedó a vivir en Guerar.


José dijo al faraón: —Los dos sueños que tuvo su majestad son uno solo. Dios ha hecho saber al faraón lo que piensa hacer.


Su majestad tuvo el mismo sueño en dos formas distintas; eso significa que Dios ha decidido hacerlo, y lo va a hacer muy pronto.


Hemos venido a quedarnos aquí por algún tiempo, porque falta comida en Canaán y ya no tenemos pastos para nuestros ganados. Te rogamos, majestad, que nos dejes vivir en Gosen.


Durante el reinado de David hubo un hambre durante tres años. David preguntó a Dios por qué los trataba tan mal, y Dios le respondió: —La culpa es de Saúl y de su familia, pues él mató a muchos gabaonitas.


siete años de hambre en todo el país; ser perseguido por sus enemigos durante tres meses; o que todo el pueblo sufra la peste durante tres días. Gad se presentó ante David, le transmitió el mensaje y le dijo: —Piénsatelo y decide qué respuesta debo llevar a Dios.


Elías era un profeta de Tisbé, pueblo que estaba en la región de Galaad. Un día, Elías anunció a Ajab: —Juro por el Dios de Israel, a quien sirvo, que durante varios años no va a llover ni a caer rocío hasta que yo lo diga.


El niño creció, y un día fue a ver a su padre que estaba en el campo con sus trabajadores.


Eliseo llamó a Guejazí y le dijo: —Llama de inmediato a la madre. El sirviente llamó a la madre y, cuando ella llegó, Eliseo le dijo: —Aquí tienes a tu hijo.


Después de esto, Eliseo volvió a Guilgal. En ese tiempo había mucha hambre en la región. Un día, Eliseo estaba sentado con los profetas, y dijo a su sirviente: —Prepara en la olla grande un guiso para los profetas.


Y así sucedió, porque la gente lo atropelló a la entrada de la ciudad y murió.


La mujer siguió el consejo del profeta, y se fue con su familia a vivir al país de los filisteos. Allí vivió siete años.


Dios trajo el hambre sobre el país de Canaán y los dejó sin alimentos.


la tierra fértil la convierte en tierra estéril, por la maldad de sus habitantes;


Ya he comenzado a castigar a Jerusalén, ciudad donde se me adora, y estáis muy equivocados si creéis que a vosotros no os castigaré, porque sí os voy a castigar, pues voy a traer la guerra que acabará con todos los habitantes de la tierra». Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Además, os dejaré sin alimentos. La comida será tan escasa, que en un pequeño horno cocerán pan diez mujeres. Tendréis racionado el pan y no podréis calmar el hambre.


Yo hice que pasarais hambre en todos vuestros pueblos y ciudades, pero a pesar de eso no os arrepentisteis. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.


y habrá grandes terremotos en muchos lugares. En otras partes, la gente no tendrá nada para comer, y muchos sufrirán de enfermedades terribles. En el cielo aparecerán cosas muy extrañas y todos temblarán de miedo.


Porque esos días serán días que Dios utilizará para castigar a los rebeldes, tal como estaba anunciado en las Escrituras.


Hace muchos años, cuando aún vivía el profeta Elías, no llovió en tres años y medio, y la gente se moría de hambre. En Israel había muchas viudas;


Uno de ellos, llamado Agabo, movido por del Espíritu Santo, anunció que mucha gente en el mundo iba a sufrir un hambre insoportable. Y esto, de hecho, ocurrió cuando gobernaba en Roma el emperador Claudio.


Esta historia tuvo lugar cuando en el país de Israel solo había libertadores que defendían al pueblo de manera ocasional. En esa época las cosechas fueron escasas y la gente apenas tenía qué comer. Por eso, una familia del pueblo de Belén, en la región de Judá, se fue a vivir al país de Moab, porque allí sí había comida. El marido se llamaba Elimélec, la mujer se llamaba Noemí, y los hijos se llamaban Majlón y Quilión.


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