Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Reyes 7:9 - Biblia Lenguaje Básico

9 Pero después dijeron: —No estamos haciendo lo correcto. Hoy es un día de buenas noticias. Si nosotros nos callamos y esperamos hasta que amanezca, nos van a castigar. Es mejor que vayamos al palacio real y contemos lo que sucede.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Finalmente se dijeron entre ellos: «Esto no está bien. Hoy es un día de buenas noticias, ¡y nosotros no lo hemos dicho a nadie! Si esperamos hasta la mañana, seguro que nos ocurre alguna calamidad. ¡Vamos, regresemos al palacio y contémosle a la gente!».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Entonces se dijeron unos a otros: ' Lo que hacemos no está bien, porque hoy es un día de buena noticia y no decimos nada. Si esperamos hasta que salga el sol, no nos irá bien. Vayamos pues a llevar la noticia al palacio del rey'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Después se dijeron el uno al otro: No es bueno lo que hacemos; este día es día de albricias, pero nosotros callamos, y si nos quedamos hasta la mañana, nuestra iniquidad nos alcanzará. Vayamos pues, entremos, e informemos en la casa del rey.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero se dijeron: 'No está bien lo que estamos haciendo. Hoy es día de albricias. Si nos estamos callados y esperamos hasta el amanecer, incurriremos en culpa. Vayamos, pues, ahora mismo a anunciarlo al palacio real'.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 7:9
14 Referans Kwoze  

Cuando Naamán se enteró de esto, fue a ver al rey y le contó lo que había dicho la muchacha.


Entonces regresaron y, cuando llegaron a la puerta de la ciudad, dijeron a los guardianes: —Venimos del campamento de los sirios. No hay nadie allí. No se ve ni se escucha nada. Solo están los caballos y los burros atados, y las tiendas de campaña están como si las acabaran de armar.


A la entrada de la ciudad había cuatro leprosos. Decían entre ellos: —¿Qué estamos haciendo aquí sentados y esperando morir?


Dios había hecho que el ejército de Siria escuchara ruidos como de carros de guerra, de caballos y de un gran ejército, por lo que los soldados se dijeron unos a otros: —¡El rey de Israel ha pagado a los reyes hititas y al rey de Egipto para que luchen contra nosotros!


Cuando los leprosos llegaron al campamento sirio, entraron en una de las tiendas de campaña, y se pusieron a comer y a beber. Luego tomaron el oro, la plata y la ropa que encontraron y fueron a esconderlo. Entraron en otra tienda, tomaron las cosas que allí había, y fueron también a esconderlas.


pues aunque el justo caiga muchas veces, siempre se levantará; los malvados, en cambio, se hundirán en la desgracia.


He sido yo, el Dios de Israel, quien desde el principio lo anuncié y envié a Jerusalén un mensajero para anunciarles todas estas cosas.


Qué hermoso es ver al que llega por las colinas trayendo buenas noticias: noticias de paz, noticias de salvación, y le dice a Jerusalén: «¡Tu Dios reina!».


Construid aquí ciudades para vuestros hijos y corrales para vuestro ganado. Pero cumplid vuestra promesa, porque si no lo hacéis, cometeréis un gran pecado contra Dios, y él os castigará.


pero el ángel les dijo: —No tengáis miedo. Os traigo una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo:


Que nadie busque el bien solo para sí mismo, sino para todos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite