Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Reyes 7:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Eliseo respondió: —Poned atención a lo que dice Dios: Mañana a esta hora, a la entrada de la ciudad de Samaría, con una moneda de plata se podrán comprar tres kilos de harina o seis kilos de cebada.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Dijo entonces Eliseo: Oíd palabra de Jehová: Así dijo Jehová: Mañana a estas horas valdrá el seah de flor de harina un siclo, y dos seahs de cebada un siclo, a la puerta de Samaria.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Eliseo le respondió: —¡Escucha el mensaje del Señor! Esto dice el Señor: “Mañana, a esta hora, en los mercados de Samaria, siete litros de harina selecta costarán apenas una pieza de plata y catorce litros de grano de cebada costarán apenas una pieza de plata”.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Eliseo dijo: '¡Escuchen la palabra de Yavé! Esto dice Yavé: 'Mañana a esta misma hora, en la puerta de Samaría, una medida de flor de harina se venderá por una moneda, y dos medidas de cebada, por una moneda'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Y Eliseo dijo: Oíd palabra de YHVH: Así dice YHVH: ¡Mañana a esta hora: una medida de flor de harina por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo, en la puerta de Samaria!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Dijo entonces Eliseo: 'Oíd la palabra de Yahveh: así habla Yahveh: mañana a estas horas el seá de flor de harina se conseguirá por un siclo, y dos seás de cebada por un siclo, en la puerta de Samaría'.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 7:1
19 Referans Kwoze  

Miqueas continuó: —Escucha esto que te digo de parte de Dios: Yo he visto a Dios sentado sobre su trono. Todos los ángeles del cielo estaban de pie junto a él, unos a su derecha y otros a la izquierda.


Entonces Isaías le dijo: —Escucha lo que te digo de parte de Dios:


Después llegó un hombre que venía de Baal Salisá, trayéndole a Eliseo veinte panes de cebada, hechos con harina de la primera cosecha, y además le llevó trigo fresco en un saco. Eliseo dijo a su sirviente: —Dale a los profetas para que coman.


Debido a eso, hubo tanta hambre en Samaría, que la cabeza de un burro se vendía en ochenta monedas de plata, y un cuarto de litro de estiércol de paloma se vendía en cinco monedas de plata.


Mientras Eliseo estaba hablando con los líderes, el hombre del rey llegó delante de él y dijo: —Esta desgracia viene de parte de Dios. ¡Ya no puedo esperar que él nos ayude!


Enseguida la gente salió de la ciudad y se apoderó de todas las cosas abandonadas en el campamento sirio. Y, tal como Dios lo había anunciado, por una moneda de plata se pudieron comprar tres kilos de harina o seis kilos de cebada.


Un río alegra a los que viven en la ciudad de Dios; sus arroyos llenan de alegría el Templo del Dios altísimo.


Moisés les respondió: —¡Tranquilos, no tengáis miedo! No os preocupéis, pues vais a ver cómo vuestro Dios os va a salvar. A esos egipcios que hoy estáis viendo, no volveréis a verlos nunca más, porque Dios luchará por vosotros sin que tengáis que hacer nada.


—Ya he oído cómo se quejan los israelitas, pero diles que ahora van a saber quién es su Dios. Por la tarde les daré a comer carne, y por la mañana se saciarán de pan.


Es mejor que vayamos al desierto y, después de tres días de camino, ofrezcamos allí sacrificios a nuestro Dios, tal como él nos lo ha ordenado.


Escuchadme bien vosotros que sois como los jefes de Sodoma, igual que los habitantes de Gomorra». Estad atentos a esto que Dios os dice:


Dios me dio entonces esta orden: —Habla de mi parte a estos huesos y diles que presten atención a este mensaje: ¡Huesos secos, yo voy a soplar sobre vosotros para que recibáis un aliento de vida y reviváis!


—Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces. Pero ¿qué es eso para una muchedumbre tan grande?


Josué dijo a todo el pueblo: —¡Preparaos para presentaros ante Dios! Mañana Dios hará un gran milagro entre nosotros.


Y de en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: —El salario de todo un día de trabajo solo alcanzará para comprar un kilo de trigo o tres kilos de cebada. ¡Pero no eches a perder el aceite ni el vino!


Entonces mandaron este mensaje a los de Jabés de Galaad: —Mañana al mediodía llegaremos para libraros de los amonitas. La gente de Jabés se puso muy contenta al recibir este mensaje;


Samuel dijo a Saúl: —Dios me envió para que te nombrara rey de su pueblo Israel. Escucha ahora lo que Dios todopoderoso quiere decirte: «Cuando los israelitas salieron de Egipto, los amalecitas se portaron muy mal con ellos. Ha llegado el momento de castigarlos. Atácalos, pues, y destruye todo lo que tienen. Extermina a hombres y mujeres, a jóvenes y a niños; mata también a sus toros, ovejas, camellos y burros. No dejes con vida a nadie».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite