Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Reyes 6:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 Debido a eso, hubo tanta hambre en Samaría, que la cabeza de un burro se vendía en ochenta monedas de plata, y un cuarto de litro de estiércol de paloma se vendía en cinco monedas de plata.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

25 Y hubo gran hambre en Samaria, a consecuencia de aquel sitio; tanto que la cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata, y la cuarta parte de un cab de estiércol de palomas por cinco piezas de plata.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Como consecuencia, hubo mucha hambre en la ciudad. Estuvo sitiada por tanto tiempo que la cabeza de un burro se vendía por ochenta piezas de plata, y trescientos mililitros de estiércol de paloma se vendía por cinco piezas de plata.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Grande fue el hambre en Samaría; era tal la situación que la cabeza de un burro valía ochenta piezas de plata y un puñado de garbanzos, cinco.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y hubo una gran hambruna en Samaria, pues he aquí que la habían sitiado, hasta que la cabeza de un asno llegó a venderse por ochenta piezas de plata,° y un cuarto de cab° de estiércol de paloma° por cinco piezas de plata.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Hubo gran hambre en Samaría; pues tanto la asediaron que la cabeza de un asno se pagaba a ochenta siclos de plata y un puñado de algorrobas valía cinco siclos de plata.

Gade chapit la Kopi




2 Reyes 6:25
14 Referans Kwoze  

Cuando comenzó a sentirse el hambre en Egipto, los egipcios fueron a pedirle al faraón que les diera de comer. Entonces el faraón les dijo: —Id a ver a José y haced lo que él os diga.


Para el día nueve del mes de Tamuz de ese año ya no había en Jerusalén nada que comer.


Un día, cuando el rey de Israel paseaba sobre la muralla que rodeaba la ciudad, una mujer le gritó: —¡Majestad, ayúdame!


Y aunque era de noche, el rey se levantó y dijo a sus oficiales: —Creo que se trata de una trampa de los sirios, pues ellos saben que tenemos hambre. Han salido del campamento y se han escondido en el campo pensando que cuando salgamos nos van a atrapar vivos, y así conquistarán nuestra ciudad.


Si entramos en la ciudad, moriremos de hambre, pues no hay nada para comer, y si nos quedamos sentados aquí, también vamos a morir. Es mejor que vayamos al campamento de los sirios; si nos perdonan la vida, será una suerte, y si nos matan, no importa, de todos modos vamos a morir.


Salgo al campo y solo veo los cuerpos de los que han muerto en la guerra; entro en la ciudad y solo veo el desastre que ha causado el hambre. ¡Pero ni profetas ni sacerdotes parecen entender lo que pasa!


Los ejércitos de Babilonia están listos para atacar Jerusalén, y nuestra ciudad será arrasada por medio de la guerra, el hambre y las enfermedades. Dios de Israel, ¡tú mismo estás viendo cómo se cumple ahora todo lo que habías anunciado!


Para el día nueve del cuarto mes, el mes de Tamuz de ese año, ya no había en Jerusalén nada que comer.


pues les angustiará ver cómo se les acaba el pan y el agua, y se llenarán de espanto al mirarse unos a otros y ver que todo eso les está pasando a causa de sus pecados.


Además, os dejaré sin alimentos. La comida será tan escasa, que en un pequeño horno cocerán pan diez mujeres. Tendréis racionado el pan y no podréis calmar el hambre.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite