8 Al conocer el oficial de confianza de Senaquerib que su rey se había marchado de la ciudad de Laquis y estaba atacando Libná, se dirigió allí para encontrarse con él.
8 Mientras tanto, el jefe del Estado Mayor asirio partió de Jerusalén para consultar al rey de Asiria, quien había salido de Laquis y estaba atacando a Libna.
8 Entre tanto, el copero mayor regresó y encontró al rey de Asiria cuando estaba éste atacando a Libná, pues ya había oído que el rey se había retirado de Laquis,
Ezequías mandó entonces un mensajero a Laquis, donde estaba el rey de Asiria, con el siguiente mensaje: —Hice mal en negarme a pagarte los impuestos. Retírate de mi país, y te pagaré lo que me pidas. Entonces Senaquerib exigió a Ezequías un impuesto de nueve mil novecientos kilos de plata y novecientos noventa kilos de oro.
Senaquerib decidió atacar Libná porque se enteró de que el rey Tirhacá de Etiopía había salido a luchar contra él. Entonces mandó de nuevo este mensaje a Ezequías: