2 Reyes 16:3 - Biblia Lenguaje Básico3 tal como lo habían hecho los otros reyes de Israel. Ajaz mandó quemar a su hijo como sacrificio en honor de los ídolos, y así siguió las costumbres vergonzosas de las naciones que Dios había expulsado del territorio israelita. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 Antes anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar por fuego a su hijo, según las prácticas abominables de las naciones que Jehová echó de delante de los hijos de Israel. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 En cambio, siguió el ejemplo de los reyes de Israel, hasta sacrificó a su propio hijo en el fuego. De esta manera, siguió las prácticas detestables de las naciones paganas que el Señor había expulsado de la tierra del paso de los israelitas. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 Siguió más bien as huellas de los reyes de Israel, y hasta llegó a sacrificar a su hijo en la hoguera, según las prácticas odiosas de los pueblos que Yavé había echado ante los israelitas. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 sino que anduvo en el camino de los reyes de Israel, incluso hizo pasar a su hijo por el fuego, conforme a las abominaciones de los pueblos que YHVH había expulsado de delante de los hijos de Israel. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 sino que siguió los caminos de los reyes de Israel, e incluso hizo pasar a su hijo por el fuego conforme a las abominaciones de la gente que Yahveh había expulsado de delante de los israelitas. Gade chapit la |
Manasés puso la imagen de la diosa Astarté en el Templo de Dios, practicó la hechicería y la brujería, y se hizo amigo de los espiritistas y los brujos. También hizo quemar a su hijo como un sacrificio. Su comportamiento fue tan malo, que Dios se enfureció con él. Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: «Entre todas las tribus de Israel, he elegido a Jerusalén y a este Templo como lugar donde se invoque mi nombre para siempre.
Puso la imagen de un ídolo en el Templo de Dios, practicó la hechicería y la brujería, y se hizo amigo de brujos y espiritistas. También hizo quemar a su hijo como un sacrificio en el valle de Ben Hinón. Su comportamiento fue tan malo, que Dios se enfureció con él. Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: «Entre todas las tribus de Israel, he elegido a Jerusalén y este Templo como lugar donde se invoque mi nombre para siempre.
También han construido altares en el valle de Ben Hinón para adorar a Baal. Pero lo que más aborrezco es que en esos altares han ofrecido a sus hijos y a sus hijas en honor del dios Moloc. Yo jamás les ordené que hicieran eso, y ni siquiera me pasó por la mente que los habitantes de Judá pudieran cometer tal atrocidad.
que diera a los israelitas las siguientes instrucciones: —Si algún israelita o inmigrante que viva en el país presenta sus hijos como ofrenda al dios Moloc, me ofende gravemente y tendrá que enfrentarse conmigo, pues no ha respetado mi santuario ni mi nombre. Será condenado a muerte, la comunidad lo matará a pedradas y yo lo eliminaré de mi pueblo.