16 Sin embargo, el dinero que se recibió de ofrendas por la culpa y de ofrendas por el pecado no se llevó al templo del Señor. Se le entregó a los sacerdotes para su uso personal.
Después puse al sacerdote Selemías, al secretario Sadoc y al ayudante Pedaías como encargados de los almacenes, y nombré como ayudante de ellos a Janán hijo de Zacur, nieto de Matanías. Eran hombres de confianza, y se encargarían de hacer una buena distribución de las provisiones entre sus compañeros.
Con las ofrendas que da mi pueblo para obtener el perdón de sus pecados, vosotros hacéis un buen negocio. Por eso hacéis todo lo posible para que el pueblo siga pecando.
En cuanto a las ofrendas para hacer las paces conmigo o para pedirme perdón, las normas serán las mismas. Una parte del animal que se quema en mi honor y su piel serán para el sacerdote que haga la ofrenda sobre el altar.
Todas las ofrendas y sacrificios que los israelitas me ofrezcan serán para vosotros y vuestros descendientes, hombres y mujeres, para siempre. Es un pacto irrompible que sello con vosotros y con todos vuestros descendientes.