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2 Pedro 3:9 - Biblia Lenguaje Básico

9 No es que Dios sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Lo que pasa es que él tiene paciencia con vosotros, porque él no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 El Señor no se demora en cumplir su promesa, como algunos dicen, sino que es generoso con ustedes, y no quiere que se pierda nadie, sino que todos lleguen a la conversión.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 El Señor no retarda la promesa, como algunos la consideran tardanza, sino que es paciente hacia° vosotros,° no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 No demora el Señor la promesa, como algunos piensan; sino que es paciente con vosotros, pues no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan.

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2 Pedro 3:9
24 Referans Kwoze  

«¿Nos habrá rechazado Dios para siempre? ¿Habrá dejado de amarnos? ¿Tan enfadado está con nosotros que ya no nos tiene compasión? ¿Dejará de tratarnos con bondad? ¿Se habrán agotado sus promesas? ¿Se habrá olvidado de que es un Dios bueno?».


Pero tú, mi Dios, eres bondadoso y compasivo; eres paciente y es fiel tu amor.


Si pones esto en práctica, Dios te asistirá, tú podrás aguantar y el pueblo se irá a su casa feliz y contento.


Yo te ruego que los perdones. Pero si no los perdonas, bórrame a mí también del libro donde nos tienes inscritos.


Siempre que Moisés entraba en la Tienda del encuentro, hablaba con Dios personalmente, como si hablara con un amigo. Después, Moisés regresaba al campamento. Pero Josué, que era su ayudante, nunca se alejaba de la Tienda.


Entonces pasó Dios delante de Moisés, diciendo en voz alta: —¡Soy el Dios de Israel! Un Dios compasivo y bondadoso que no me enfado fácilmente, y que amo a mi pueblo y le soy fiel.


Cuando el malvado no es castigado de inmediato, la gente piensa que puede seguir haciendo lo malo.


Pero Dios —dice Isaías— es un Dios justo y quiere demostraros cuánto os ama. En verdad, Dios ama a los que confían en él, y desea mostrarles compasión.


pronto vendré a salvaros, no demoraré más vuestra liberación. Yo traeré a Jerusalén la salvación, y mi honor al pueblo de Israel».


de mi parte que yo no quiero que muera el malvado. Lo que quiero es que abandone su mala conducta y siga viviendo. Cambiad, pues, israelitas, vuestra mala conducta y no tendréis que morir.


No vivirás ya entre la gente, sino que vivirás siete años entre los animales. Comerás hierba del campo, como ellos, hasta que reconozcas que el Dios altísimo es el único rey de este mundo. Solo Dios puede hacer rey a quien él quiere que sea rey.


Tardará un poco en cumplirse, pero tú no desconfíes; aún no ha llegado la hora de que todo esto se cumpla, pero puedo asegurarte que se cumplirá sin falta.


Estamos viviendo tiempos muy importantes. Hasta ahora habéis vivido como si estuvierais dormidos, pero ya es hora de que despertéis. Y es que el día en que Dios nos salvará está mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús.


¡Ya casi llega el momento! Así que dejemos de pecar, porque pecar es como vivir en la oscuridad. Hagamos el bien, que es como vivir en la luz. Controlemos nuestros deseos de hacer lo malo y comportémonos correctamente, como si todo el tiempo anduviéramos a plena luz del día. No vayamos a fiestas donde haya desórdenes, ni nos emborrachemos, ni tengamos ninguna clase de vicios. No busquemos pelea ni seamos envidiosos. Más bien, dejemos que Jesucristo sea nuestro modelo de conducta.


Dios es bueno, tiene mucha paciencia y soporta todo lo malo que hacéis. Pero no vayáis a pensar que lo que hacéis no tiene importancia; si Dios os trata con bondad es para que os arrepintáis de vuestra maldad.


Algo parecido hace Dios. Cuando castiga, lo hace para que todo el mundo conozca su poder. Pero también sabe tener paciencia con los que merecen ser castigados y destruidos.


pues él quiere que todos se salven y conozcan la verdad.


Pues Dios dice en la Escritura: «Muy pronto llegará el que tiene que venir. ¡No se retrasará!


Eran los espíritus de los que desobedecieron a Dios en los tiempos de Noé. Dios esperó con paciencia a que se arrepintieran, mientras Noé construía la barca, pero no lo hicieron. Solo unos pocos, ocho en total, subieron a la barca y se salvaron navegando por el agua.


Además, nos ha dado todas las cosas importantes y valiosas que nos prometió. A través de ellas podéis formar parte de la naturaleza de Dios y evitar la corrupción que el pecado ha introducido en el mundo.


Recordad que nuestro Señor Jesucristo nos trata con paciencia, para que podamos salvarnos. Ya nuestro querido compañero Pablo os ha escrito acerca de esto con la sabiduría que Dios le ha dado.


Yo le he dado tiempo para que se convierta, pero no ha querido hacerlo ni tampoco dejar de cometer pecados sexuales.


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