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2 Pedro 3:2 - Biblia Lenguaje Básico

2 No olvidéis el mensaje que los profetas de Dios os dieron hace mucho tiempo y recordad, sobre todo, el mandamiento que nos dio nuestro Señor y Salvador Jesucristo y que los apóstoles os enseñaron.

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Biblia Reina Valera 1960

2 para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Quiero que recuerden lo que los santos profetas dijeron hace mucho y lo que nuestro Señor y Salvador ordenó por medio de los apóstoles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Acuérdense de las palabras dichas en el pasado por los santos profetas y del aviso de sus apóstoles, que era el del Señor y Salvador.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 para recordar las palabras antes dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador, proclamado° por vuestros apóstoles.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Recordad las palabras predichas por los santos profetas y el precepto del Señor y Salvador transmitido por vuestros apóstoles.

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2 Pedro 3:2
20 Referans Kwoze  

Así Dios lo había prometido desde hacía mucho tiempo, por medio de sus santos profetas.


Luego Jesús les explicó todo lo que las Escrituras decían acerca de él. Empezó con los libros de la ley de Moisés y siguió con los libros de los profetas.


Después les dijo: —Recordad lo que os anticipé cuando estaba con vosotros; que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en los libros de la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.


De él hablaron los profetas, diciendo que solo los que crean en él podrán alcanzar el perdón de los pecados.


Entonces los líderes de la comunidad judía pusieron una fecha para reunirse de nuevo. Cuando llegó el día acordado, muchos judíos llegaron a la casa de Pablo y desde la mañana hasta la tarde, Pablo estuvo hablándoles acerca del reino de Dios. Para convencerlos de que aceptaran a Jesús se valió de la ley de Moisés y de los escritos de los profetas.


Pero Dios ya había anunciado, por medio de sus profetas, que el Mesías tendría que sufrir, y así ocurrió.


Por ahora Jesús tiene que quedarse en el cielo, hasta que Dios vuelva a hacer nuevas todas las cosas, según lo anunciaron hace mucho los santos profetas.


Cuando tengáis dificultades, ayudaos unos a otros. Eso os ayudará a cumplir la ley de Cristo.


Todos los miembros de la Iglesia son como un edificio, el cual está construido sobre la enseñanza de los apóstoles y los profetas. En ese edificio Jesucristo es la piedra principal.


Se trata de un plan que no se dio a conocer a los que vivieron antes que nosotros; pero ahora, por medio de su Espíritu, Dios se lo ha mostrado a sus santos apóstoles y profetas.


que cumplas esto que te mando, para que nadie pueda acusarte de nada. Haz esto hasta que vuelva nuestro Señor Jesucristo,


Más les valdría no haber conocido el camino de la salvación que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado.


Recordad que nuestro Señor Jesucristo nos trata con paciencia, para que podamos salvarnos. Ya nuestro querido compañero Pablo os ha escrito acerca de esto con la sabiduría que Dios le ha dado.


En todas sus cartas Pablo os habla de esto, aunque algunas cosas que dice en ellas no son fáciles de entender. Por eso no las entienden la gente ignorante ni los que están poco formados en la fe, y las interpretan torcidamente. Lo mismo hacen con el resto de las Escrituras y por eso Dios los castigará.


Pero nosotros pertenecemos a Dios y podemos saber quién tiene el Espíritu que dice la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. El que es de Dios nos hace caso, pero el que no es de Dios nos ignora.


Pero vosotros, queridos hermanos, acordaos de lo que ya os habían dicho los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.


Entonces me arrodillé a los pies del ángel para adorarle, pero él me dijo: —¡No lo hagas! Solo a Dios debes adorar, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos tus hermanos, los que siguen dando testimonio de Jesús. Porque dar testimonio de Jesús es lo mismo que anunciar su mensaje.


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