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2 Crónicas 6:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 y exclamó: —Bendito sea el Dios de Israel, que ha cumplido lo que prometió a mi padre cuando le dijo:

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su boca a David mi padre, diciendo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 «Alabado sea el Señor, Dios de Israel, quien cumplió la promesa que le hizo a mi padre David; pues le dijo a mi padre:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Bendito sea Yavé, Dios de Israel, que habló por boca de mi padre David, y ha cumplido por su mano lo que dijo:

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y dijo: ¡Bendito sea YHVH Dios de Israel!, que ha cumplido con su mano lo que habló con su boca a David mi padre, diciendo:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Y exclamó: '¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, que ha dado cumplimiento con sus manos a lo que prometió con su boca a mi padre David, cuando le dijo:

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2 Crónicas 6:4
17 Referans Kwoze  

exclamó: —Bendito sea el Dios de Israel, que ha cumplido lo que prometió a mi padre David cuando le dijo:


Por todo ello David bendijo a Dios con estas palabras en presencia de la asamblea reunida: «¡Bendito seas, Dios de Israel; Dios de nuestro antepasado Jacob; bendito seas para siempre!


A continuación David se dirigió a toda la asamblea del pueblo diciendo: —¡Bendecid y alabad a Dios! Y el pueblo entero, inclinándose ante Dios y ante el rey, bendijo al Dios de sus antepasados.


Dios de Israel, hoy has cumplido una de tus promesas a mi padre. Ahora cumple también la promesa que le hiciste, de que sus descendientes reinarían siempre en Israel, si seguían su ejemplo.


Por eso, Dios nuestro, cumple las promesas que hiciste a mi padre David, tu fiel siervo.


Luego el rey se dirigió a todo el pueblo de Israel, que estaba de pie, los bendijo


«Desde que saqué de Egipto a mi pueblo, no he elegido ninguna ciudad de las tribus de Israel para que se construya en ella un Templo donde se invoque mi nombre. Tampoco elegí a ningún hombre para que guiara a Israel, mi pueblo.


Entonces Esdras alabó al Dios todopoderoso, y todos, con los brazos en alto, dijeron: «¡Amén, amén, —asintieron diciendo— alabado sea Dios!». Luego se inclinaron tocando el suelo con la frente y adoraron a Dios.


Tú siempre me sostendrás y me mantendrás en tu presencia, porque soy inocente.


Pero a la gente honrada permítele alegrarse y hacer fiesta, y estar feliz en tu presencia.


El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.


Demos gracias al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo por las bendiciones espirituales que Cristo nos trajo del cielo.


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