9 Mientras Senaquerib, rey de Asiria, atacaba con todas sus tropas la ciudad de Laquis, envió mensajeros a Jerusalén para que llevaran este mensaje a Ezequías y a toda la gente de Judá:
9 Después de esto, Senaquerib rey de los asirios, mientras sitiaba a Laquis con todas sus fuerzas, envió sus siervos a Jerusalén para decir a Ezequías rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalén:
9 Mientras el rey Senaquerib de Asiria aún sitiaba la ciudad de Laquis, envió a sus oficiales a Jerusalén con el siguiente mensaje para Ezequías y para toda la gente en la ciudad:
9 Después de esto, Senaquerib, rey de Asur, que estaba sitiando Laquis con todas sus tropas, envió mensajeros a Ezequías, rey de Judá, y a los judíos en Jerusalén para decirles:
9 Después de esto, Senaquerib, rey de Asiria (que estaba sitiando Laquis con todas sus fuerzas), envió a sus siervos a Jerusalem, a Ezequías, rey de Judá, y a todos los de Judá que estaban en Jerusalem, diciendo:
9 Después de esto, Senaquerib, rey de Asiria, que se hallaba frente a Laquis con todas sus fuerzas, envió servidores suyos a Jerusalén, para decir a Ezequías, rey de Judá, y a todo el pueblo de Judá, que se hallaba en Jerusalén:
Esto no impidió que Senaquerib enviara desde Laquis a tres de sus oficiales de confianza al frente de un poderoso ejército para atacar Jerusalén. Cuando llegaron, acamparon junto al canal del estanque de Siloé, que está en el camino que lleva a los talleres de los que tiñen las telas. Una vez allí, mandaron llamar a Ezequías.
Senaquerib envió desde Laquis a uno de sus oficiales de confianza al frente de un poderoso ejército para que hablara con Ezequías en Jerusalén. Cuando llegaron, acamparon junto al canal del estanque de Siloé, por el camino que va a los talleres de los teñidores de telas.
Al conocer el oficial de confianza de Senaquerib que su rey se había marchado de la ciudad de Laquis y estaba atacando Libná, se dirigió allí para encontrarse con él.