con mucho esfuerzo he conseguido juntar los materiales necesarios para construir el Templo de mi Dios: oro, plata, bronce, hierro y madera para los muebles y utensilios que han de ser confeccionados, cada uno de su material correspondiente. También he reunido muchísimas piedras preciosas de toda clase y gran cantidad de mármol.
recubrió también de oro todo el interior del edificio, las vigas, los dinteles, las puertas y las paredes sobre las que hizo grabar figuras de querubines.