Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 5:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 Sabemos que el Señor merece todo nuestro respeto. Por eso tratamos de convencer a los demás pues lo mismo que Dios nos conoce muy bien, espero que también vosotros nos conozcáis.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Dado que entendemos nuestra temible responsabilidad ante el Señor, trabajamos con esmero para persuadir a otros. Dios sabe que somos sinceros, y espero que ustedes también lo sepan.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Con esa visión del temor al Señor procuramos convencer a los hombres viviendo con sinceridad ante Dios, y confío que también ustedes se den cuenta de que no disimulamos nada.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 Conociendo pues el temor del Señor,° persuadimos a los hombres. Ante Dios hemos sido hechos manifiestos, y espero que también ante vuestras conciencias sea manifiesto.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Sabiendo, pues, lo que es el temor del Señor, intentamos persuadir a los hombres, pues para Dios estamos al descubierto y espero estarlo también para vuestras conciencias.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 5:11
39 Referans Kwoze  

Y cuando se pusieron en marcha, Dios hizo que todas las ciudades por las que pasaban les tuvieran miedo; así que nadie los persiguió.


El miedo y el desastre lo siguen por todas partes; ¡no lo dejan ni un momento!


Porque la ira de Dios caería sobre mí y no podría resistir su poder.


El Dios todopoderoso me ha herido, y eso me llena de miedo; ¡ya siento correr por mi cuerpo el veneno de sus flechas!


En un abrir y cerrar de ojos terminarán por ser destruidos; el terror acabará con ellos.


La fuerza de tu furia nadie ha llegado a conocerla. ¡Es tan grande tu ira como el respeto que nos inspiras!


Aquel día los egipcios serán como mujeres llenas de miedo al ver que el Dios todopoderoso se prepara para castigarlos.


En Jerusalén los pecadores se llenan de miedo, los malvados tiemblan y dicen: «No podremos sobrevivir al fuego destructor de Dios; es un fuego que no se apaga y no quedaremos con vida».


Cuando nuestro Dios se irrita, las piedras se convierten en polvo, como si el fuego las fundiera; cuando nuestro Dios se enfurece, nadie puede mantenerse firme.


No tengáis miedo de los que pueden destruir el cuerpo, pero no el alma. Temed a Dios, que es el que puede destruir en el infierno el cuerpo y el alma.


Esta gente malvada recibirá un castigo eterno, pero los que cumplen la voluntad de Dios recibirán la vida eterna.


Temed más bien a Dios que no solo puede matar el cuerpo, sino que también puede enviaros al infierno. A él sí debéis temerle.


Abrahán le dijo: «Si no hacen caso a lo que dicen Moisés y los profetas, tampoco harán caso a un muerto que resucite».


Terminada la reunión, muchos judíos, y algunos que no lo eran, pero que practicaban la religión judía, se fueron con Pablo y Bernabé. Estos, a su vez, trataban de convencerles para que permanecieran fieles al don que Dios les había concedido.


acusándole de que incitaba a la gente a rendir culto a Dios de una forma que está prohibida por la ley.


Todos los sábados Pablo iba a la sinagoga, y hablaba con judíos y griegos tratando de convencerles para que se hicieran seguidores de Jesús.


Pero, como estáis viendo y oyendo, este hombre llamado Pablo ha estado alborotando a la gente de Éfeso y de toda la provincia de Asia. Les ha dicho que los dioses que nosotros fabricamos con nuestras manos no son dioses de verdad, y mucha gente le ha creído.


El rey Agripa sabe mucho acerca de todo esto, y por eso hablo con tanta confianza delante de él. Estoy seguro de que él sabe todo esto, pues se trata de cosas que han sucedido a la vista de todos.


Entonces los líderes de la comunidad judía pusieron una fecha para reunirse de nuevo. Cuando llegó el día acordado, muchos judíos llegaron a la casa de Pablo y desde la mañana hasta la tarde, Pablo estuvo hablándoles acerca del reino de Dios. Para convencerlos de que aceptaran a Jesús se valió de la ley de Moisés y de los escritos de los profetas.


Algunos anuncian el mensaje de Dios solo para ganarse la vida, pero nosotros no lo hacemos así. Al contrario, Dios es testigo de que, unidos a Cristo, trabajamos con sinceridad y honradez, proclamando lo que Dios nos inspira.


Cristo nos envió para que hablemos de su parte, y Dios mismo os pide que escuchéis nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo os pedimos que hagáis las paces con Dios.


Nosotros somos colaboradores de Dios. Por eso os rogamos que no menospreciéis la gracia que Dios os ha dado.


No ando buscando que la gente apruebe lo que digo; tampoco pretendo quedar bien con nadie. Si así lo hiciera, ya no sería un siervo de Cristo.


Vosotros, que honráis a Cristo, respetaos unos a otros.


¡Qué terrible debe ser que el Dios de la vida tenga que castigarnos!


Porque nuestro Dios es como un fuego destructor.


Salvad a quienes necesitan ser arrancados del fuego del infierno, teniendo compasión de ellos, pero con mucho cuidado de no hacer el mismo mal que ellos hacen.


Allí fueron arrojados todos los que no tenían sus nombres escritos en el libro de la vida.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite