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2 Corintios 2:13 - Biblia Lenguaje Básico

13 Pero me preocupó no encontrar allí a nuestro hermano Tito. Por eso me despedí de los miembros de la iglesia en Tróade, y me dirigí a la región de Macedonia.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito; así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 pero no sentía paz, porque mi querido hermano Tito todavía no había llegado con un informe de ustedes. Así que me despedí y seguí hacia Macedonia para buscarlo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Mi espíritu, sin embargo, quedaba inquieto porque no había encontrado a mi hermano Tito, por lo que me despedí de ellos y salí para Macedonia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 no tuve reposo en mi espíritu al no hallar yo a mi hermano Tito, así que me despedí de ellos y partí para Macedonia.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 no tuve sosiego en mi espíritu, porque no encontré a Tito, mi hermano, así que me despedí de ellos y salí para Macedonia.

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2 Corintios 2:13
16 Referans Kwoze  

Después de eso, el rey se fue a su palacio, pero en toda la noche no comió nada. Y aunque no podía dormir, tampoco quiso que le acompañara nadie, ni siquiera sus mujeres.


Tras despedirla se fue a un monte a orar.


Luego nos despedimos de todos y subimos al barco, y ellos regresaron a sus casas.


Ese dinero lo recogieron las iglesias de las regiones de Macedonia y Acaya, para ayudar a los cristianos pobres de Jerusalén.


Cuando pedí a Tito y al otro hermano de la iglesia que fueran a veros, no se aprovecharon de vosotros. ¿Acaso no es verdad que tanto Tito como yo nos hemos portado con vosotros de la misma manera? ¿No pensamos lo mismo acerca de este asunto?


Esto nos hace sentir mejor. Tito está muy contento, pues vosotros le habéis ayudado a seguir adelante. Eso nos ha alegrado más todavía.


Ya le había dicho yo a Tito que estaba muy orgulloso de vosotros. ¡Y no me habéis hecho quedar mal! Al contrario, todo lo que le hemos dicho a Tito era verdad, como también es verdad lo que os dijimos a vosotros.


Agradezco a Dios que Tito se preocupe por ayudaros tanto como yo.


Recordad que Tito es mi compañero y que trabajamos juntos para ayudaros; en cuanto a los otros dos seguidores que van con Tito, son representantes de las iglesias para gloria de Cristo.


Tito fue quien comenzó a recoger entre vosotros esta ofrenda. Por eso le rogamos que siga haciéndolo.


Catorce años después, regresé a Jerusalén. En esa ocasión me acompañaron Bernabé y Tito. Fui allí impulsado por una revelación y explicamos a los líderes principales de la Iglesia el mensaje que anuncio a los que no son judíos. Lo hice para estar seguro de que mi trabajo, el de antes y el de ahora, no resultase un esfuerzo inútil.


Pues bien, ellos no obligaron a nadie a circuncidarse; ni siquiera a Tito, que no era judío.


Dimas me ha abandonado y se ha ido a la ciudad de Tesalónica, pues ama demasiado las cosas de este mundo. Crescencio se fue a la región de Galacia y Tito a la de Dalmacia.


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