Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 12:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es sentir que soy débil.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Por lo cual me complazco en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones,° en angustias° por causa del Mesías; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Por eso me complazco, por amor de Cristo, en flaquezas, insultos, necesidades, persecuciones y angustias; porque cuando me siento débil, entonces soy fuerte.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 12:10
29 Referans Kwoze  

Felices vosotros los que ahora sois odiados, insultados, rechazados y maldecidos por los demás por causa del Hijo del hombre.


Todo esto os va a pasar por ser mis discípulos, y porque los de este mundo no conocen a Dios, que me envió.


Los apóstoles salieron de la Junta Suprema muy contentos, porque Dios les había considerado dignos de sufrir por ser seguidores de Jesús.


Pero también nos alegra tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el sufrimiento.


Por obedecer a Cristo, la gente nos considera necios. En cambio, gracias a Cristo, a vosotros os consideran ejemplo de sensatez. Nosotros somos los débiles, y vosotros los fuertes. A vosotros os respetan, y a nosotros no.


Cuando tenemos dificultades, o cuando sufrimos, Dios nos ayuda para que podamos ayudar a los que sufren o tienen problemas.


La persona que merece aplausos no es la que habla bien de sí misma, sino aquella de quien el Señor habla bien.


pero Dios me ha contestado: «Mi gracia es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad». Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí.


Cuando fue crucificado era débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Y nosotros, que compartimos con Cristo esa debilidad, gracias al poder de Dios también compartimos con él la vida. Si es necesario, cuando vayamos a veros, os daremos pruebas de ese poder.


Por eso, si vosotros sois fuertes, no importa que nosotros seamos débiles. Oramos para que seáis cada vez mejores seguidores de Cristo.


Las dificultades que ahora tenemos son pequeñas y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de una gloria grande y maravillosa que dura para siempre.


Y nosotros no nos anunciamos a nosotros mismos. Al contrario, anunciamos que Jesucristo es nuestro Señor, y que nosotros somos vuestros servidores por amor a Jesucristo.


Así que, si Cristo murió por todos, nadie debe vivir ya para sí mismo, sino para Cristo que murió y resucitó por nosotros.


Cristo nos envió para que hablemos de su parte, y Dios mismo os pide que escuchéis nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo os pedimos que hagáis las paces con Dios.


En todo lo que hacemos, demostramos que somos servidores de Dios, y todo lo soportamos con paciencia. Hemos pasado muchas necesidades y tenido muchos sufrimientos y problemas;


Me siento orgulloso de vosotros y tengo tanta confianza en vosotros que estoy muy contento, a pesar de todas las dificultades por las que hemos tenido que pasar.


Finalmente, dejad que el gran poder de Cristo os dé las fuerzas necesarias.


Dios os ha dado el privilegio de confiar en Cristo y también de sufrir por él.


Ahora me alegro de sufrir por vosotros, pues así voy completando en mi propio cuerpo los sufrimientos del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.


Por eso, nos sentimos orgullosos cuando hablamos de vosotros en las otras iglesias de Dios. Porque, aunque tenéis dificultades y problemas, os mantenéis constantes y firmes en la fe.


Sabes cómo me han maltratado y cuántas persecuciones he sufrido en las ciudades de Antioquía, Iconio y Listra; pero el Señor Jesucristo me libró de todas ellas.


Hermanos en Cristo, debéis sentiros muy felices cuando paséis por toda clase de dificultades.


Has sido paciente y has sufrido mucho por mi causa. Pero aun así no te has cansado de serme fiel.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite